EN2RUEDAS/Jesús Casillas
Uno de los actos más humanitarios que podemos realizar, sin duda, es aquel relacionado con la donación desinteresada de posibilidades de conservación y mejora en la calidad de vida nuestros semejantes. Me refiero a la donación altruista de sangre.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos contribuyen a salvar millones de vidas cada año. Permiten aumentar la esperanza y la calidad de vida de pacientes con enfermedades potencialmente letales, así como llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos”.
Por ello, este organismo internacional nos recuerda que el 14 de junio de cada año se celebra el “Día Mundial del Donante de Sangre”, con el objetivo de agradecer a los donantes su contribución voluntaria y desinteresada, que permite salvar vidas humanas, y concienciar sobre la necesidad de donar sangre con regularidad para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y productos sanguíneos para quienes lo necesiten.
Evidentemente se refiere al donador altruista, entendido éste como la persona que proporciona su sangre o componentes sanguíneos, para uso terapéutico de quien lo requiera, sin la intención de beneficiar a alguien en particular; sin esperar retribución a cambio y sin una solicitud específica por parte del personal de salud, familiares o amigos del paciente.
Lamentablemente este tipo de donaciones no es la constante en nuestro país. Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las cifras de este tipo de donaciones no alcanzan ni el 10 por ciento de los casos. Como dijera la doctora Guadalupe Becerra Leyva, directora del Banco de Sangre del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea en Jalisco: “no existe falta de sangre, lo que hay es falta de conciencia altruista para donar sangre”.
Por ello que el tema de la campaña adoptado para este 2016 por parte de la OMS sea el de “La sangre nos conecta a todos”, centrada en agradecer a los donantes y destacar la solidaridad y “conexión” que existe entre donante y paciente, además de “llamar la atención sobre la importancia de los sistemas de donación voluntaria como vía para fomentar el cuidado del prójimo y la cohesión comunitaria”.
Así las cosas, el marco del “Día Mundial del Donante de Sangre”, es una buena oportunidad para reflexionar sobre la importancia de constituirnos en donantes altruistas. No esperemos a que alguien nos lo pida, a que alguien en particular lo requiera, es necesario cobrar conciencia sobre la necesidad de la donación voluntaria.
La sangre sólo se puede conservar durante un tiempo limitado y luego deja de ser utilizable, es necesario la donación regular para garantizar su disponibilidad.
Pese a los avances científicos, la sangre y sus componentes no se pueden fabricar. La donación es la única manera de disponer de este preciado recurso para hacer frente a las necesidades diarias de los centros sanitarios.
Según se informa, las mujeres pueden donar hasta 3 veces al año y los hombres hasta 4, respetando un mínimo de 2 meses entre donaciones. Dato útil para comenzar a calendarizar verdaderos actos de solidaridad y hacer de la donación de sangre una cotidianeidad.
