Las piñas de Peña…

guero11CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

El presidente Enrique Peña Nieto negó el pasado 9 de junio, ante los 50 empresarios más importantes de México, negó ser omiso ante los graves problemas de inseguridad, corrupción e impunidad que privan en el país.

Nuevamente volvió a decir que los esfuerzos en el combate a la corrupción será un esfuerzo colectivo, en pos de revertir toda una cultura ancestral mexicana, gran lastre social, que según el mandatario «debe ir más allá de la retórica.

Ante ello me permito recordarle, amigo lector, parte del mensaje que Peña dirigió a la nación con motivo del año nuevo,  por ahí del 4 de enero de 2015.

Más allá de los siete puntos en los que hizo énfasis  de los beneficios a la población derivados de las reformas aprobadas en el 2014, llama poderosamente la atención una de las últimas partes del mensaje y lo cito textual:

“Tengo el firme compromiso de combatir la corrupción y la impunidad, y de fortalecer la transparencia. Estaré más cerca de la gente escuchando sus necesidades y encontrando juntos soluciones a los problemas”.

A cuatro años años de su toma de protesta algo queda claro: la actual estructura gubernamental y sus encargados del tema, así como el Poder Judicial, no han dado muestras de intentar siquiera revertir los altos índices de corrupción e impunidad.

Lo que hace que el compromiso adquirido el día 4 carezca de certeza en su cumplimiento durante el resto de su mandato y así poder revertir el penoso primer lugar en percepción de corrupción que tenemos dentro de los países miembros de la OCDE.

Mientras no se explique la fortuna y en caso de procedencia ilegal, se castigue a los Romero Deschamps, Montiel, Camacho Quiróz, Moreira, Bribiesca Sahagún, Yarrington, García Luna, Reynoso Femat, y un largo etcétera que se presume han amasado millones de pesos derivado de actos de corrupción, no podremos confiar en que la lucha contra la corrupción vaya en serio.

Más  ¿Cómo creer en el combate a la impunidad después de la libertad y restitución de sus bienes a Raúl Salinas? ¿Cuándo en el caso Ayotzinapa no se repartieron las culpas al ex gobernador y al secretario de gobernación? ¿Cuándo no hay castigó a la red de prostitución de Cuauhtémoc González en el PRI capitalino? ¿Cuándo no nos tragamos el montaje que se hizo en torno a la «Casa Blanca»?

Y otra larga lista de etcéteras… En nuestro país se ha demostrado que el crimen SÍ paga y que no hay quien le ponga un alto.

Por último, y destacando la segunda parte del mensaje presidencial en comento, la gente está cansada, además de la corrupción e impunidad, de la inseguridad en México.

Hay que recordarle al Mandatario que más allá de las reformas estructurales, su chamba primordial es proteger la integridad de sus ciudadanos, que según los datos, es la demanda más sentida de los mexicanos.

Y los recientes resultados electorales se lo gritan sin que a la fecha existan avances significativos en las tan anunciadas y estancadas reformas al sistema anticorrupción y al mando policial único.

Ya no se preocupe, mejor ocúpese, Señor Presidente y demuéstrenos que realmente no es omiso…. No más retórica, por favor.

Analista político

@aagsevilla

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