Restauración de la Minerva una necesidad

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“No vamos a permitir que algo le pase a la Minerva… aquí es actuar con responsabilidad. Este gobierno hace las cosas cuando las tiene que hacer. Esperemos que el costo sea lo menos posible e informaremos y transparentaremos con toda claridad lo que cueste”, señaló el Presidente Municipal, Enrique Alfaro Ramírez, ante las criticas de algunos sectores por la restauración de la emblemática estatua.

 

Acompañado de Ricardo Agraz, director de Proyectos del Espacio Público y de la restauradora Karla Jáuregui (quien elaboró el diagnóstico del monumento), dio a conocer los daños que cuenta en su estructura (que mide 8 metros de altura y pesa 18 toneladas), y en la parte interior de la misma. Agregó que durante décadas las administraciones municipales fueron negligentes respecto a su  mantenimiento y cuidado. “En abril de 2015, la restauradora Karla Jáuregui presentó a la administración de Ramiro Hernández un estudio que alertaba de la situación de desgaste de la Minerva, pero no se hizo nada al respecto”, dijo.

 

Dijo que en diciembre pasado, al daarse mantenimiento a la fuente, se detectaron fisuras, grietas y oxidación en la escultura y su base, motivo por el que se decidió buscar a expertos para que ayudaran a definir la ruta a seguir. ”Al tratarse de un monumento patrimonial de la ciudad, acudimos a la Secretaría de Cultura para que nos recomendara a un especialista para la restauración, se nos sugirió el perfil de Karla Jáuregui y lo mismo ocurrió cuando nos acercamos a la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO) y al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Karla es una profesional con un amplio currículum de restauraciones exitosas, además cuenta con el respaldo de otros expertos en el ramo”.

 

De acuerdo con el diagnóstico sobre la Minerva, realizado por la restauradora Karla Jáuregui, Ricardo Agraz dijo que la escultura tiene una estructura exterior de bronce y un esqueleto interior de acero, “ambos metales, al estar al contacto con el agua, provocan un proceso galvánico que causa la corrosión del metal menos noble: en este caso el acero. Al tratarse de un daño al interior de la estatua, no conocemos la extensión real de la corrosión en la estructura”. Agraz agregó que comenzar a reparar “in situ” podría ser peligroso para los trabajadores y para el monumento, además de que se desconoce la situación del soporte de la estatua. “No sabemos en qué condiciones se encuentra la base, por lo que también es necesario hacer una revisión”.

 

El Presidente Municipal adelantó que los trabajos arrancarán en el mes de julio y que el proceso completo de desmontaje, reparación y reinstalación del monumento podrían tomar hasta cuatro meses. Estas acciones podrían tener, en el peor de los escenarios, un costo de hasta 8 millones de pesos.

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