CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla
Me vienen tres reflexiones respecto a la jornada electoral de ayer domingo:
1) La debacle del PRI: Los resultados marcan un repudio ante las gestiones del tricolor en los estados que gobernaban y perdieron, aunado a la cada vez menor aprobación de Peña Nieto y sus reformas inocuas a nivel nacional, la violencia y la corrupción marcaron administraciones como en Tamaulipas, Veracruz y Chihuahua.
El tricolor no supo aprovechar su regreso «triunfal» en el 2012 y el panorama le pinta negro para la sucesión presidencial del 2018.
La imagen de su presidente nacional, Manlio Fabio Beltrones, es la imagen de su partido: cansado y sin capacidad de renovarse, con un discurso anacrónico, dejando en claro la falacia que durante muchos años nos han querido vender del «Nuevo PRI».
2) La «izquierda» dividida y el resurgimiento del PAN: EL PRD no va a superar la escisión del peje y el morenismo y López Obrador se consolida como el candidato natural de la izquierda nuevamente y Morena podría ser en el 2018 la gran sorpresa.
Por su parte, Acción Nacional se levanta de la lona y si son capaces de lograr acuerdos y no erran la elección de su candidato presidencial, tendrán una gran oportunidad de volver a gobernar el país.
Evitar la polarización entre grupos internos será la gran tarea de su dirigencia nacional en los próximos dos años, así como entregar buenas cuentas en los estados que hoy gana. Los panistas deben pensar en recuperar primero el partido, que al ser gobierno abandonaron.
3) Partidos y candidatos que no motivan: Honestamente la partidocracia que vivimos no ha sido capaz de resolver los grandes problemas de nuestra nación: Inseguridad, desempleo, economía a la baja, rezago educativo, violencia social, entre otros.
Seguimos viviendo alternancias basadas en lo que deja de hacer un gobierno y no en candidatos con propuestas inteligentes. la participación en promedio no llega al 50 por ciento del electorado, cada vez más desencantado con su clase política y sus nulos resultados.
Espero que esta elección les deje en claro a los nuevos gobernantes estatales las enormes tareas que deben hacer en pro del ciudadano de cara a la elección presidencial del 2018, que por los resultados arrojados hoy preveo que nos vuelva a dar un gobierno de primera minoría, donde el ganador de la elección difícilmente supere el 35 por ciento de la votación, por lo que se vuelve necesaria una segunda ronda electoral que obligue a coaliciones que vayan más allá del resultado y generen gobiernos eficientes. Los ciudadanos ya lo merecemos.
