Murió por la Patria

GARAIZ3

LA MÉNDIGA OLIGARQUÍA/Esteban Garaíz

Comandante José Héctor García González: Murió por la Patria. Murió artera y cobardemente asesinado por haber ejercido cabal y cumplidamente su vocación de policía, para salvaguardar las vidas de las familias de Tlajomulco.

Pagan con su vida y con la orfandad de sus familias los servidores públicos más eficaces y comprometidos con el combate al crimen.

Lo triste, lo preocupante es que quienes mueren a causa de haber cumplido rigurosamente con su deber, encima pueden confundirse en la opinión del público (que ya no cree ni en la paz de los sepulcros) con quienes habiendo establecido complicidades con el crimen, después no cumplen sus compromisos y acaban siendo eliminados por encargo de los jefes criminales.

Mueren quienes combaten sinceramente la delincuencia, mientras a los ciudadanos de base cada día les queda más clara la convicción, alimentada por indicios significativos, de que en las altas esferas del poder político hay acuerdos perversos y clandestinos con las grandes cabezas del crimen organizado.

El comandante José Héctor García tomó muy en serio su obligación profesional. Redujo significativamente en su sector los índices de la delincuencia. Combatió con éxito las sangrías (ordeñas) de gasolina en los ductos que cruzan la demarcación municipal de Tlajomulco (que es tarea constitucional del Ejercito Mexicano).

Por supuesto, el crimen quedará impune. Como miles y miles de homicidios en todo el país. Ni será debidamente aclarado. Como otros cientos de miles en toda la geografía nacional.  Cuando la verdad es parte de la justicia.

Ni siquiera sabemos si algún otro miembro de su propia corporación (o de otra) fue cómplice del homicidio. Resultó muy significativa la afirmación que, con rabia contenida, hizo su superior jerárquico el comandante Adán Domínguez León: que no duerman tranquilos; los vamos a perseguir “afuera o adentro”.

Es inevitable enmarcar este oprobioso homicidio en el ambiente del debate actual acerca de las atribuciones de las policías municipales. Oportuno es mencionar las prudentes palabras del homenajeado presidente de Uruguay, José Mujica: “un militar uruguayo me dijo: nunca nos vayan a meter a nosotros en la cuestión del narcotráfico, porque lo que ningún ejército del mundo resiste son los granadazos de 100 dólares”.

@EGaraiz

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