Impuestos por uso de automóviles

POLÍTICAMENTE INCORRECTO/Carlos Maguey

 

En la campaña electoral de 2006, cuando el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, se colocaba como el mejor posicionado en la carrera presidencial, su adversario, Felipe Calderón Hinojosa, candidato del Partido Acción Nacional, coló una propuesta que parecía un intento desesperado para ganar algunos pocos votos, pero para los ciudadanos sonaba a una ilusión largamente añorada, pero que nunca se realizaría: pues propuso que en su sexenio ya no se cobraría la tenencia vehicular, un impuesto que durante décadas fue más odiado y repudiado por muchos ciudadanos, incluso por encima del IVA, el ISPT o del ISR.

Ningún impuesto es aceptado por la gente, pues de otra forma, no serían impuestos sino donaciones, sin embargo el impuesto a la tenencia vehicular fue un derecho debían pagar todos los dueños de los vehículos más nuevos y el monto que se pagaba, estaba asociado al costo del auto en cuestión.

Entre más caro y nuevo era el auto, más se pagaba por el derecho a utilizarlo. La primera vez que se impuso fue en tiempos de Gustavo Díaz Ordaz, previo a los juegos Olímpicos.

Las historias aseguran que en ese tiempo se dijo que la tenencia sería sólo para pagar esos juegos, pero el impuesto se quedó y fue odiado por la gente, de forma que cuando el candidato Calderón prometió que en su administración propondría su derogación, fue bien recibida por los ciudadanos, pero no por los gobiernos que sabían que ese dinero lo recaudaban en las entidades y lo aprovechaban ellos mismos, a pesar de ser un impuesto federal, de forma que dejar de cobrarlo, afectaba directamente a cada estado en sus presupuestos.

Cuando finalmente el impuesto despareció, la gente fue feliz, bueno, siendo sinceros, parecía que todos eran felices, pero en realidad esa felicidad fue sólo para algunos, pues los beneficiarios fueron sól aquellos con más recursos económicos, aquellos que podrían poseer un auto costoso, un auto nuevo, aquellos a quienes se les subsidia el precio de la gasolina y se quejan porque éste subsidio se reduce.

La verdad es que los autos le causan daño a la gente y a la sociedad. Los autos particulares contaminan la ciudad, afectan el entorno, afectan a los ciudadanos y para que circulen, le quitan áreas de esparcimiento a los ciudadanos, a todos, incluyendo a quienes los usan.

Y si el auto nos afecta indirectamente, lo menos que puede hacer su dueño, es resarcir el daño pagando con dinero, con impuestos, tal como sucede en algunos otros países.

Imponer un derecho que deban pagar los ciudadanos que posean un auto, debería ser la forma de regresar algo a quienes no lo poseen, pero este impuesto no debería ser destinado a gasto corriente, sino a la inversión en transporte público masivo, el que sea, pero que se aproveche.

Los impuestos por poseer autos no es raro en el mundo, en algunos países en Asia exigen el pago anticipado por varios años antes de tener derecho a poseer el auto, en otros el costo el auto tiene tantos impuestos al comprarlo, que su costo puede duplicarse, es decir, el impuesto es de un 100 por ciento.

Claro, en esos países, los impuestos sobre el uso y posesión del automóvil, se etiquetan a las obras para transporte público masivo y para las obras viales. Y tiene lógica que esto se haga así, pues de otra forma, el IVA que paga la mayoría de los ciudadanos, el ISR, el ISPT, o el impuesto que se les ocurra y que pagan todos los ciudadanos, tengan o no auto, se puedes destinar a beneficiar a quienes tienen vehículos.

Esta legislatura está iniciando y en la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos que envió Emilio González Márquez no se propuso la creación de nuevos impuestos ni el pago de por reemplacamiento, como decía hace unas semanas el periódico Mural, sin embargo, este tema debería comenzar a abrirse como una posibilidad para hablarlo y discutirlo, quizá no para el presupuesto de 2013, sino de 2014, pero que se hable directa y claramente de las necesidades de obras, de las posibilidades de invertir en transporte público, pero que ya no se le saque dinero al impuesto que pagan todos los que NO tienen autos para construir carreteras, puentes o pavimentar, esas obras deben realizarse con dinero de quien tiene vehículo y por tanto es necesario que a ellos se les cobre un impuesto.

Sé que no es un punto de vista popular, pero sí creo que es necesario que se hagan estos cobros por justicia, sobre todo porque la lógica nos dice que el que tiene auto, tiene más recursos que el que usa transporte público y tiene responsabilidad social de pagar por el daños que nos causa a todos el uso de automóviles particulares.

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