La nueva función de Enrique Alfaro

magueyPOLÍTICAMENTE INCORRECTO/Por Carlos Maguey

 

Hace seis años, cuando la elección de gobernador había sido ganada por Emilio González Márquez, no estaban en el radar dos políticos que en 2012 se robaron la atención de todos en el proceso electoral.

En 2006 tanto Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, como Enrique Alfaro Ramírez, eran dos políticos jóvenes, 32 y 33 años respectivamente, y ambos ya venían de procesos en los que habían intentado ser presidentes municipales de Guadalajara y Tlajomulco, pero a ninguno de los dos le alcanzaron las fichas que traían; en diferentes circunstancias, ambos se habían convertido en regidores priistas de esos municipios, aunque con el tiempo, Alfaro Ramírez ya había abandonado al PRI.

Sin embargo, luego de mucho trabajo previo, a partir de 2007, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz se convirtió en el Presidente Municipal de Guadalajara; Enrique Alfaro Ramírez también era alcalde en Tlajomulco de Zúñiga, y ambos aprovecharon sus respectivos espacios para convertirse en candidatos al Gobierno de Jalisco.

Sin demeritar lo logrado por Aristóteles Sandoval Díaz, hay que reconocer que el crecimiento de Enrique Alfaro Ramírez fue una experiencia inusual en un político.

Sin duda sus acciones lo colocaron en el conocimiento de la gente, pero también hay que reconocer que Enrique Alfaro fue el candidato de los medios de comunicación desde que se convirtió en presidente municipal y luego cuando se convirtió en el candidato de Movimiento Ciudadano, fue Alfaro el que recibió la mayor cantidad de noticias positivas en los noticiarios de radio y televisión, en los portales de internet y en las portadas de los periódicos, aún más que Sandoval Díaz.

Así fue evidenciado en cada reporte semanal que emitía el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco sobre la cobertura informativa de los medios de comunicación en Jalisco.

Alfaro se ganó la simpatía de los ciudadanos, y de muchos medios de comunicación, precisamente por ser el personaje que combatía aquello que muchos veíamos mal, pero que nadie había llegado a enfrentar, por ejemplo se rebeló contra el control que ejercen desde dentro partidos políticos; se dio el lujo de pelearse con el grupo que controla el aeropuerto de Guadalajara y enfrentó a Raúl Padilla acusándolo de ser un poder fáctico en el estado, rompiendo las alianzas que primero hizo con él y que lo habían llevado al cargo que entonces ostentaba.

Con el paso de los meses, Alfaro consiguió consolidar por sí mismo esa representatividad, se mostró como un político congruente, no del todo consistente, pero su crecimiento fue sostenido al grado que se convirtió en el político que mejor creció en la preferencia electoral, en parte por sus acciones, y en parte por ser la opción ante la inconformidad de la gente por ver de nuevo al PRI o al PAN en el gobierno del estado.

Luego de las elecciones de julio pasado, Enrique Alfaro ha seguido ocupando espacios en los medios de comunicación, sin embargo ya estaba en riesgo la forma en que era presentado, pues al ya no ser candidato ni tener cargos que justificaran que se le dieran espacios de opinión, se le comenzó a dar el título de “líder moral” de un movimiento o de un grupo.

Ese era un gran riesgo, pues en México los “líderes morales”, son asociados a la falta de moralidad y a los cacicazgos, es decir, se convierten en aquello que el político estaba tratando de combatir.

Aunado a esta forma de ser presentado en los medios de comunicación, a Alfaro lo comenzaron a presentar en los actos de Movimiento Ciudadano y en los eventos de Tlajomulco, con frases como «el líder de este proyecto», podían afectar la forma en que se le ve, pues podría reforzar la idea de que se estaría convirtiendo en un factor toma de decisiones más allá de las instancias formales, eso a lo que llamamos poderes fácticos.

Lo cierto es que con el título de «ex candidato a gobernador» no le iba a alcanzar para mucho tiempo, y por ello su designación como dirigente de Alianza Ciudadana le dará la posibilidad de tener una representatividad legítima que podrá utilizar por 2 años, hasta que tenga que buscar ser de nuevo candidato a la Presidencia Municipal de Guadalajara, Tlajomulco o, más probablemente, a Zapopan.

El foro de Alianza Ciudadana es ideal, pues es la Agrupación Política Estatal más activa en el estado y más visible, de forma que tendrá un espacio que evitará que se usen frases como líder moral o cabeza del grupo, que no dejan de ser frases que lo pueden llevar a consolidar la imagen de cacique o de poder fáctico, eso contra lo que Alfaro ha estado peleando en los últimos años.

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