DIVISADERO Eduardo González Velázquez
Mal comienza la semana a quien ahorcan en lunes. Mejor refrán no se le podría aplicar a Donald Trump en estos días recientes.
El lunes pasado la FBI realizó un cateo en su casa conocida como Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida.
Según informaciones no oficiales, la finalidad del cateo fue localizar documentos oficiales, incluso clasificados como secretos, que Trump habría sustraído de la Casa Blanca y llevados a su morada.Las autoridades federales previamente habían negociado con Donald Trump y sus abogados para recuperar 15 cajas con documentos oficiales, pero suponen que no entregó todo el archivo sustraído de la Casa Blanca, razón por la cual, estaría violando las leyes que obligan a los expresidentes a entregar todo material oficial a los Archivos Nacionales al concluir sus periodos al frente de la oficina oval.
Las leyes en cuestión es una de 1978, y otra promulgada por el mismo Trump en 2018 que elevó a la categoría de delito mayor el que un funcionario público sin autorización remueva y mantenga en su poder documentos clasificados.
Por otro lado, este miércoles, Donald Trump se rehusó a responder un interrogatorio, en otra investigación en su contra llevada a cabo por las autoridades estatales en Nueva York, sobre posibles fraudes fiscales cometidos en sus negocios inmobiliarios.
Frente a ello, Trump invocó su derecho a la Quinta Enmienda de la Constitución contra la autoincriminación y rehusó responder a toda pregunta.
La investigación en Nueva York podría culminar en la elaboración de una demanda que podría exigir multas y hasta prohibiciones para ciertas operaciones empresariales de Trump y sus empresas.
Frente a esta tormenta semanal, al expresidente se dijo ser un perseguido político que enfrenta una cacería de brujas por parte de demócratas de izquierda radicales, y que esa situación se compara a lo sucedido en “países descompuestos del Tercer Mundo”, todo ello con la firme intención de cerrarle el paso hacia su candidatura presidencial en 2024.
Mientras tanto, el comité selecto del 6 de enero continúa realizando sus investigaciones sobre el asalto al Capitolio que les permita determinan la responsabilidad que tuvo Trump en el zafarrancho de 2021.
Sin duda, todas las denuncias que pesan sobre el expresidente tendrán un impacto inmediato en su intento de ser el candidato republicano a la presidencia en 2024.
Por ejemplo, las penas impuestas por la ley de 1978 para quienes tengan custodia de documentos oficiales de manera indebida no solo incluyen multas y posible encarcelamiento, sino que los culpables “serán descalificados para asumir cualquier cargo en Estados Unidos”.
Lo mismo sucedería si el Comité sobre el 6 de enero lo encuentra culpable, con ello sus aspiraciones presidenciales se verían afectadas. Sin olvidar el rechazo que recibiría por parte de varios correligionarios partidistas para que los abandere en su intento de regresar a la Casa Blanca.
A no dudar, Trump sigue siendo Trump: es el primer presidente en ser enjuiciado dos veces en procesos de impeachment; primer presidente en intentar un golpe de Estado; primer presidente en interrumpir el proceso pacífico del traslado del poder; primer expresidente cuya residencia personal fue cateada por la FBI y, el primer expresidente que tiene que invocar la Quinta Enmienda.
