PERSPECTIVA21 Verónica Juárez Piña
Con el supuesto de la austeridad, el gobierno federal ha puesto en riesgo el desarrollo integral de la niñez, comprometiendo su futuro, eliminando derechos conquistados y cancelando programas sociales que les beneficiaban.
La administración de Andrés Manuel López Obrador debe reconocer que las niñas, y los niños son sujetos de derechos y en desarrollo, son parte fundamental de nuestra sociedad y deben vivir libres de cualquier tipo de violencia.
De acuerdo con los datos del Censo de Población y Vivienda 2020, en el país residen 31.8 millones de niñas y niños de 0 a 14 años, que en términos porcentuales representan 25.3% de la población total.
Este grupo de la población enfrenta condiciones adversas, particularmente los que pertenecen a las familias de menores recursos, que son la mayoría en el país, y a grupos vulnerables.
Por ejemplo, 6.5% de la niñez en México tiene alguna discapacidad, condición mental o limitación para caminar, subir o bajar, ver aun usando lentes, hablar o comunicarse, oír aun usando aparato auditivo, vestirse, bañarse o comer, recordar o concentrarse.
Según el Inegi, las condiciones materiales de las niñas y niños en hogares donde se habla alguna lengua indígena son en general distintas de las que tienen sus pares de hogares no indígenas. En el primer grupo, sólo en seis de diez casos la vivienda cuenta con servicio de energía eléctrica, agua entubada, drenaje y piso firme, mientras que, en el segundo, esto ocurre en nueve de cada diez.
A ello, hay que sumar los riesgos que enfrenta la niñez, por la grave crisis de violencia e inseguridad del país.
La niñas y los niños merecen condiciones dignas para el desarrollo de sus valores, habilidades y capacidades, deben contar con leyes e instituciones para garantizar sus derechos y con políticas públicas que los protejan y promuevan su bienestar.
La infancia requiere herramientas cognitivas para responder a los retos que implica la vida actual y debe tener acceso a una educación de alta calidad con perspectiva de género.
El PRD seguirá luchando decididamente para garantizar los derechos de este grupo de la población y construir una sociedad en la que vivan con paz, libertad y felicidad.
El gobierno federal debe dar marcha atrás a la cancelación de las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo; e implementar un programa especial a nivel nacional que atienda el problema de la deserción escolar y la pérdida de aprendizajes durante la pandemia.
Así como aumentar el presupuesto público para otorgar medicinas a la niñez con cáncer y servicios médicos de calidad; poner fin al recorte presupuestal porque los condena a la enfermedad y la muerte; y vacunar a todos los niños y niñas contra el virus de la COVID-19.
Insisto, Delfina Gómez debe renunciar a su encargo como Secretaria de Educación Pública, por opacidad, corrupción, incompetencia y desinterés para que las niñas y los niños ejerzan su derecho a una educación de calidad.
En el PRD, nos comprometemos a utilizar todas las vías de lucha, legislativas, legales y de resistencia para exigir que se garanticen plenamente los derechos humanos de la niñez.
