La noche triste

ME LLEVA LA… CULTURA

La Irredenta, Irredenta

 

¡Qué onda mis no perdurables! ¿Cómo les pinta la semana, cómo andan? Yo aquí un poco nostálgica, como ustedes saben desde que existe la humanidad, pues existo yo y hoy se me vino a la mente un recuerdo de los grandes triunfos de sus antepasados ¡si!

Mi participación de hoy me remite a una de las consideradas noches más gloriosas de sus antepasados mexicas, que tiene su origen en una pachanga frente al Templo Mayor.

Ahí cerquita del Zócalo el 22 de mayo de 1520, que estaban celebrando éstos en honor a sus dioses Tezcatlipoca y Huitzilopochtli, a porque como eran pachangueros y de manera traicionera el capitán Pedro de Alvarado, quién en ausencia de Hernán Cortés había dado permiso para llevar a cabo la celebración, ordena una matanza, porque le llegó el chisme que los naturales se estaban organizando para liberar a su rey Cuitláhuac que había sido apresado por los españoles.

Cuando Cortés regresó, le puso una regañada tremenda porque ahí se rompió la endeble paz que existía entre mexicas y los españoles.

Como los aztecas estaban muy enojados por la vileza de la alevosía española, resguardándose en la oscuridad de la noche, hicieron correr a los españoles que se refugiaron en Tacuba y en su huida, según cuenta Bernal Diaz del Castillo, me dieron mucho trabajo ese día, porque murieron alrededor de 800 españoles y 1200 tlaxcaltecas porque además de la batalla, muchos cayeron en los canales y se ahogaron.

Aunque nada tontos, los españoles en su huida no querían irse en blanco y trataron de llevarse como botín, lo que hasta la fecha se menciona como “el tesoro de Moctezuma” que consistió en una especie de lingotes de oro llamados tejos en aquel entonces.

Yo los vi, pero los arqueólogos del INAH lo pudieron comprobar porque recibieron de manos de un albañil que participaba en la construcción de un banco en esa zona en 1981, uno de esos que pesaba casi 2 kilos y coincidía con la descripción que hace Díaz del Castillo de ellos y además correspondía su ubicación a la ruta que siguieron los españoles en su huida.

Aunque algunos dicen que es una leyenda, yo estaba ahí, pero se los dejo a su consideración porque ahí se forja la historia de que Cortés lloró frente a lo que hoy se conoce como “El árbol de la Noche Triste”

Y ¿por qué hablamos de esto? Pues porque se cumplieron 501 años de éste suceso y el año pasado la jefa de gobierno de la Ciudad de México anunció que dejaría de llamarse Árbol de la Noche Triste para convertirse en la “Calzada de la Noche Victoriosa” ya que aunque poco tiempo después se llevaría a cabo la terrible caída de México-Tenochtitlan, pues hay que destacar el gran valor de nuestros, bueno sus, antepasados indígenas, que armados prácticamente con piedras y palos, pero sobre todo con su valor, derrotaron a los invasores.

Por hoy me voy a la chamba, (siguen sin cuidarse y pues ni modo ahí voy) ahí les encargo que le cuenten a los chavos de ésta historia, ya que prácticamente nuestra adorada generación de cristal poco sabe de los grandes logros de sus antepasados, que sin drones, compu ni cel, le dieron grandes glorias a su Patria.

Si les late ya se la saben, entren a las páginas de La Méndiga Política y Teatralerias, denle like y compartan, porque si no … ¡voy por ustedes! Ahí la vemos!

Directora, actriz, y productora teatral

@LIrredentaIrredenta

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