ESCAMOCHA Pepe Díaz Betancourt
Jalisco, por su intensa labor agropecuaria es una de las entidades donde aparece en los últimos años «la plaga» de socavones y grietas, por el momento y de manera superficial sólo surgen explicaciones como la humedad, fallas geológicas o mantos freáticos.
Pero los especialistas no lo creen del todo debido a que la industria del agro ha cambiado cada vez más a los métodos de riego- que son más abundantes- y no de temporal, lo que es causa de que se trate de sacar agua «de donde sea» y debilita la estructuras del subsuelo.
Sin duda el socavón más «mediático» es el de Puebla, en Santa María Zacatepec, pero hay cientos de socavones y grietas en toda la república que son frecuentes por la modificación de fuentes subterráneas para dotar de agua a cultivos y ciudades.
De cualquier forma la aparición de estos fenómenos son una fuerte advertencia de la naturaleza, otro mensaje de alarma más de una práctica que no estamos haciendo bien.
Estos fenómenos son únicos en cada caso y desde luego mantienen una estrecha relación con las características del suelo como es el caso del edificio que se derrumbó recientemente en Miami, no así con los daños del Templo de San Francisco en nuestra capital que son completamente de origen externo.
PILÓN
Pues si la leyenda urbana ya hablaba de cientos de proyectos creativos -en todos los órdenes-de realizadores tapatíos desplazados o ignorados por diferentes instancias, ya sean universitarias, gubernamentales y privadas.
¿Cuántos de estos creadores seguirán motivados a seguir «picando piedra» con la reciente autorización de varios proyectos de cine a un conductor de TV?