¿Qué es eso de ‘la clase media’?

PUNTO CRÍTICO Gabriel Torres Espinoza

En días recientes, la ‘clase media’ ha sido ampliamente debatida. Empero, irónicamente, a pesar de ser un concepto que nos asiste en la vida diaria, no es de fácil definición.

Se trata, en efecto, de un término terriblemente amplio, y de dimensión transdiciplinar.

Que carece de una definición unívoca y convencional. De forma que resulta un concepto polisémico, etéreo y, un tanto, ‘líquido’. En ese sentido, la correcta conceptualización de la ‘clase media’, más que pretender acotar su precisión, debe aportar a su aproximación.

Aunque, desde luego, el enfoque económico y social son predominantes, también inciden el politológico y psicológico.

Para el penúltimo, ante la carencia de un criterio científico -riguroso-, en su acepción, advierte que se trata de un concepto, antes bien, político o mejor dicho, de utilidad política [en el mejor de los casos, se trata de un fenómeno social surgido con el advenimiento del Estado de Bienestar].

Y es que el juicio politológico es plenamente válido: existen definiciones acomodaticias que evalúan el ingreso total de un hogar para indicar su categorización, y no el de una persona.

De esta manera, es mucho más fácil ser ‘clase media’ en un hogar con ingresos bajos individuales, donde los gastos, los servicios y el patrimonio (un auto, p. ej.), son compartidos: así, cualquiera que salga del hogar, considerando su ingreso particular, seguramente se insertaría en el umbral de pobreza.

Adicional a ello, resulta igualmente válido el criterio perceptivo en su elucubración: como indican un sinfín de estudios en la materia, la mayoría de la población, en prácticamente cualquier país del Mundo, considera ser o pertenecer a la ‘clase media’ por la sencilla razón de que “no es ni rica, ni pobre”.

En México, por ejemplo, muchos creen ser ‘clase media’: p. ej. el 61% se identifica como tal, pero sólo el 40% lo es (INEGI). Otro botón de muestra: dos terceras partes, de entre el 1% de la población más acaudalada del país, cree ser también ‘clase media’, como advierte Viri Rios, al citar diversos estudios para el The New York Times.

Desde la antigüedad, pensadores se han devanado los sesos en su reflexión. Aristóteles, el filósofo, sentenciaba la existencia de “tres elementos: una clase muy rica, otra muy pobre y una tercera que se encuentra entre las dos”.

No obstante, el mérito es atribuible a Karl Marx, que a pesar de ser en éste un concepto clave en sus obras [observaba, por ejemplo, que la lucha de clases, representaba el motor de la Historia], no realizó una teorización sistemática sobre ella.

Recientemente, los Nobel en economía Esther Duflo y Abhijit Banerjee, en un estudio concluyeron: “Nada parece más clase media que el hecho de tener un trabajo estable y bien remunerado”.

CEPAL, por su parte, ha mencionado que no existe “una sola clase media”, sino que existen “estratos de ingresos medios” [‘medio bajo’, ‘medio intermedio’ y ‘medio alto’].

Finalmente, otros economistas sostienen atinadamente que, el hecho de no ser pobre, no implica, necesariamente, ser de ‘clase media’.

Igualmente, importante dentro de esta óptica psicológica de estudio, resulta el criterio que tiene que ver con su cualidad ‘aspiracionista’: o se es aspiracionista, o simplemente no se es… ‘clase media’.

Director Gral. de la Operadora SURTyC de la U de G

@Gabriel_TorresEs

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