ESCAMOCHA
Pepe Díaz Betancourt
Qué admiración poder dimensionar el daño auténtico del incendio en el bosque de La Primavera; reconocer las participaciones de los compañeros reporteros que usaron herramientas tecnológicas y no balances oficiales y que además, algunos fueron más allá y se concentraron en analizar las profundas causas por las que fatalidades así ocurren.
Nunca es tan pertinente utilizar las alertas científicas avanzadas para monitorear un área tan concreta y vulnerable como el bosque.
Así que, lejos de las primeras cifras que describen el trágico saldo de la quemazón, pues ahora elija usted entre lo que declara el Gobierno del Estado (la Semadet) y el avistamiento del satélite, el área señalada desde el espacio es casi el doble de lo que el gobierno ha dictaminado.
Ya es el colmo que el ocultamiento, la opacidad, la mezquindad informativa alcance al rubro verde donde es imprescindible que se conozca no solo por motivos de transparencia sino por razones didácticas la verdad, pues la sociedad debe dimensionar el quebranto que irremediablemente vino de un semejante no de una fogata espontánea y que dañó-una vez más- el bosque más querido y útil de los tapatíos.
Al reflexionar sobre este contexto y la serie de incendios que se registraron después del más dañino, no nos queda más remedio que sospechar de su intencionalidad y concluir que hay una tendencia a reservar los testimonios y el saldo en concordancia con un plan que no cesa de cumplirse cada año.
PILÖN
Lo más fácil para Victoria, la mujer policía y sus acompañantes era hacerse guajes y dejar pasar al taxi donde los sospechosos circulaban, enfrentarlos con valor y responsabilidad, convirtió a los tripulantes en asesinos pero no sabemos si los actos de estos valientes y la muerte de la mujer policía se convertirán en ejemplo para el resto de sus compañeros.
Periodista, docente y coordinador de diplomados en periodismo en la Universidad de Guadalajara y el ITESO
@pepediazjose
