POLITICAMENTE INCORRECTO/Carlos Maguey
A partir de diciembre próximo, Carlos Lomelí será el encargado de coordinar a los delegados de dependencias federales en Jalisco. Es decir, estará al pendiente del IMSS, de la PGR, Segob, Sedesol, SEP, ISSSTE, Sagarpa, Secretaría de Salud, etc.
Coordinar estas funciones, difícilmente significarán tomar decisiones, tal como hoy hacen las y los delegados en todos los estados, pues habitualmente sus labores se centran en vigilar que se atiendan los lineamientos que dictan quienes sí toman decisiones, que son las y los secretarios federales.
Así que las figuras que inventó Andrés Manuel López Obrador y que muchos le vemos más cara de virreyes, que de coordinador de delegados, bien podría tener más una suerte de vocero político y no de decisión.
Así también parece que lo ve Carlos Lomelí, quien ya anunció que hablará todas las mañanas, a las 6, sobre los temas del estado. Claro que será atractivo escucharlo, siempre que hable con la venia y representación del Presidente, pues si sólo habla de los temas que le sirvan para atravesársele a Enrique Alfaro, entonces no será muy útil su labor.
En este contexto lo mejor que puede hacer Enrique Alfaro es evitar a toda Costa los enfrentamientos con Lomelí apegarse a tramitar los recursos que ya están asignados a través de las participaciones federales.
Para aquellos casos en que se requiera de una mayor participación federal por motivos extraordinarios, todas las negociaciones las deberán realizar en las secretarías federales, no a través del delegado ni del coordinador.
Tanto en el plano legal, como en la práctica, no existe una razón para que Alfaro deba acudir a Lomelí. Por tanto, bien haría el futuro presidente en dejarle en claro a sus superdelegados, que no serán (en Jalisco ni en ningún otro estado) gobernadores administrativos.
Es la única forma de evitar el enfrentamiento que puede hacerle daño a la población, más que a los actores políticos.
