PERSPECTIVA21/Verónica Juárez Piña
Por primera vez en una elección presidencial, Jalisco será el tercer padrón electoral del país.
Es decir, después del Estado de México y la Ciudad de México, Jalisco se convierte en el tercer estado con más peso demográfico y, por lo tanto, con más peso electoral.
Sin embargo, más allá del simple análisis cuantitativo, Jalisco es un termómetro nacional. El resultado en Jalisco esboza mucho de lo que puede suceder en el desenlace nacional. Sucedió en 2006 y también en los comicios presidenciales de 2012, a pesar de que más de algún candidato ha ninguneado el peso político de Jalisco.
No tengo la menor duda, para la Coalición por México al Frente, Jalisco es un estado de suma importancia.
De acuerdo con las encuestas, algunas públicas y otras privadas que se han presentado desde el año pasado, es indudable que nuestro proyecto arranca con amplia aceptación popular.
Los estudios demoscópicos colocan a Ricardo Anaya más de 15 puntos por encima del segundo lugar. Es decir, si hoy fueran las elecciones, Jalisco respaldaría mayoritariamente el proyecto económico, de seguridad y combate a la corrupción que se ha construido desde el Frente.
Sin embargo, tenemos un gran reto frente a nosotras y nosotros: debemos ser capaces de entender qué sucede en Jalisco y adoptar muchas de las propuestas que están surgiendo desde la sociedad civil.
Por ejemplo, el combate a la corrupción. Jalisco está encabezando la instalación de un sólido Sistema Anticorrupción, impulsado por Movimiento Ciudadano, el Partido de la Revolución Democrática y el Partido Acción Nacional.
A pesar de la tentación que tenía el gobierno priista de colocar a funcionarios cercanos a su partido en puestos clave como la Fiscalía Anticorrupción, el trabajo legislativo del Frente permitió detener cualquier esbozo de vulneración a la autonomía de las instituciones encargadas de combatir la corrupción.
De la misma forma, como en algunos otros lados de nuestro país, en Jalisco hay una participación comprometida y entusiasta de las organizaciones de la sociedad civil.
Están los casos de la lucha por detener el proyecto de Temacapulín, la movilidad no motorizada o las manifestaciones contra el gasolinazo. O qué decimos de las múltiples organizaciones que pelean por visibilizar la violencia que existe contra las mujeres o que pugnan por mejores y mayores libertades para todas y todos.
Jalisco vive un momento de fortalecimiento democrático por el debilitamiento del PRI tras las elecciones de 2015. En el Frente debemos entender que somos una plataforma y escuchar con atención las demandas de las y los ciudadanos.
Jalisco es fundamental en el proyecto democrático y ciudadano de nuestro Frente. Queremos construir desde la ciudadanía e impulsar los proyectos que están generando consensos y que se convierten en presión hacia los gobernantes.
Sabemos que Anaya es el precandidato ideal para hacerse de la candidatura y proponer un proyecto de cambio que resuelva los principales problemas que afectan a las y los jaliscienses y tome todas esas iniciativas innovadoras que están transformando el debate político en la Entidad.
Jalisco tiene características muy especiales y en el Frente las queremos potenciar y dinamizar.
