DIVISADERO/Eduardo González Velázquez
Cuando el “presidente” Enrique Peña Nieto le recrimina a la sociedad porque le hacen bullying a las corporaciones policiacas cuya responsabilidad es velar por nuestra seguridad y acabar con el crimen organizado, ignora dos aspectos claves en la realidad que aborda.
El que los ciudadanos critiquemos, señalemos y hagamos hincapié en la deficiente labor que realizan los cuerpos de seguridad en el país; así como lo errático de la política peñista para combatir al crimen organizado, que lo único que ha conseguido es lanzarle más gasolina al fuego y violentar aún más la cotidianidad de la República, al ignorar la fallida estrategia calderonista de la que Peña Nieto es un fiel seguidor; no significa que nos burlemos de quienes se encuentran en ese lado de la trinchera, ora policías y militares; ora Ministerios Públicos y los jueces; ora procuradores, fiscales y legisladores; nada más alejado de ello.
Los ciudadanos lo que hacemos es recalcar el pésimo trabajo que realizan; los niveles tan altos de corrupción e impunidad que invaden esas esferas del poder público; denunciar la incompetencia de los servidores públicos. Lo que hacemos es exigir condiciones mínimas para acceder a un lugar digno donde vivir.
A través de nuestras críticas exigimos a quienes reciben un salario pagado con nuestros impuestos que hagan su trabajo con calidad y honestidad, y dejen de maquillar la pesada realidad de nuestro país en aras de continuar amamantándose del poder.
Lo que hacemos es demostrar nuestra inconformidad con las condiciones en las cuales nos han obligado a vivir.
Lo que hacemos es denunciar el uso patrimonialista que realiza la clase en el poder de nuestros impuestos.
En todo caso, si para el inquilino de Los Pinos eso es hacer bullying, pues sí, me reconozco bulero.
En todo caso, de lo que estoy convencido es que quien se hace bullying a través de su forma de mal gobernar es Enrique Peña Nieto.
Si alguien es responsable del desastre económico, político, social y de seguridad en el que estamos metidos es el equipo del “gobierno” peñista.
Son sus pésimas decisiones; su falta de visión sobre las necesidades de nuestro país; la errática manera de ejercer el poder; y el apoyo incondicional a las prácticas de corrupción para el enriquecimiento del grupo en el poder, lo que se vuelve un bullying político contra ellos.
Si Peña Nieto se lamenta del supuesto bullying que recibe desde la sociedad, debería comenzar por mirarse en el espejo y así darse cuenta que su “gobierno” es el principal responsable de las críticas y el rechazo de la sociedad.
