EN2RUEDAS/Jesús Casillas
A lo largo de nuestra historia, las mujeres han tenido una participación constante, fundamental y activa en todos los ámbitos de la vida pública del país.
Iniciando por la Independencia, pasando por la Revolución Mexicana, además de la intensa actividad durante las décadas de los años 60 y 70´s, con el sufragio femenino y el arduo trabajo realizado en ámbitos como la educación, la política, la salud, entre otros, las mujeres han trabajado codo a codo con los hombres para mejorar esta nación.
A la fecha, se puede decir, que al grado que han aprendido a caminar solas, en el buen sentido de la palabra, pues son capaces de ir hacia sus propios proyectos.
Un cambio enorme en el rol social, considerando que antaño se consideraba que solamente estaban destinadas a las labores domésticas y al cuidado de los hijos. Gran error en el que se vivía en aquellos tiempos.
De acuerdo con indicadores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público SHCP, de cada cinco pequeñas y medianas empresas que se abren en nuestro país, tres están lideradas por mujeres y de cada cien mujeres que solicita un préstamo para invertir en su empresa, el 99% salda sus deudas de manera íntegra.
Conforme el Instituto Nacional de estadística y Geografía INEGI, el 37% del Producto Interno Bruto lo aportan las mujeres empresarias de México.
Es de destacar, que de acuerdo a la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias AMMJE, las mujeres destinan más del 70% de sus ganancias a la comunidad y a su familia, en tanto que los hombres sólo direccionan entre el 30 y 40% de sus recursos a esos fines.
Sin duda, muestras de la grandeza e integridad de nuestras mujeres mexicanas. Sin embargo, pese a sus grandes esfuerzos, es doloroso e indignante que aún en la actualidad, en unos lugares más que en otros, las mujeres mexicanas puedan seguir siendo víctimas de discriminación, de explotación y violencia.
Esto se ve reflejado en otros indicadores, que destacan la necesidad de seguir trabajando en favor de las mujeres. Por ejemplo, porque lamentablemente en los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, las mujeres perciben en promedio un 16% menos en su salario que los hombres y que México se encuentra en los últimos lugares en cuanto a participación y oportunidad económica de ellas, según el reporte de Brecha de Género del Foro Económico Mundial 2016.
Además, en el ámbito de la política, si bien la presencia de las mujeres en los órganos legislativos aumentó con las cuotas de género, aún existen muchos espacios de la vida pública en la que no existe un completo equilibrio entre géneros, por ello, indispensable continuar con el compromiso asumido de luchar contra estos y otros obstáculos, y lograr la plenitud que las mujeres tienen de sobra merecido.
Reflexiones a propósito de que marzo es el mes de la mujer, en el que el día 8 de cada año se conmemora el “Día Internacional de la Mujer”. Un homenaje que se invoca como un recordatorio a los hombres sobre la valía de la mujer para el desarrollo de lo que somos y lo que queremos ser, para recapitular sobre los avances, pero también para seguir hacia el cambio social que consolide la plena vigencia de los derechos de la mujer mexicana en todos los aspectos, además de celebrar las acciones por ellas realizadas con ese propósito.
