La elección del Estado de México

Avatar-Lalo

DIVISADERO/Eduardo González

Resulta claro que en cada elección los contrincantes se juegan más que el puesto que anhelan. En el proceso electoral del Estado de México para elegir al nuevo gobernador también se juega una parte importante de la carrera hacia Los Pinos en 2018.
Sin duda, la elección del próximo 4 de junio dará importantes destellos que permitirán mirar con mayor claridad desde este año preelectoral los derroteros que tomará la elección presidencial, ya sea por los candidatos apuntados a la grande o por las posibles alianzas para conseguir la presidencia.

En el Edomex la mesa está puesta. Tres son los principales candidatos que iniciarán campaña el próximo 3 de abril: Josefina Vázquez Mota por el Partido Acción Nacional; Alfredo del Mazo Maza (primo de Enrique Peña Nieto), por la coalición Partido Revolucionario Institucional-Partido Verde-Partido Nueva Alianza; y Delfina Gómez Álvarez, por Movimiento de Regeneración Nacional.

La alianza Partido de la Revolución Democrática-Partido del Trabajo aún no define su abanderado.

Además existen diez aspirantes independientes que buscarán su registro este mismo mes.

Como ya es una costumbre, nuestras elecciones sean federales, estatales o municipales son muy costosas. El tope de campaña autorizado para cada abanderado será de 285 millones 566 mil 771 pesos 27 centavos, el más elevado de toda la historia de los comicios locales para renovar un gobernador.

Esto significa que cada candidato o candidata podrá erogar diariamente más de 4 millones 759 mil pesos (La Jornada, 7 de marzo de 2017).

Con lo abultado de su chequera y lo famélico de sus propuestas todos buscarán los votos de 11 millones 126 mil electores inscritos en el padrón.

De cara a la elección presidencial, dos actores se juegan buena parte de su futuro. El priismo de Enrique Peña Nieto, y el morenismo de Andrés Manuel López Obrador.

El primero, llega a la cita electoral con graves problemas y un altísimo desgaste por el pésimo ejercicio de gobierno realizado hasta el día de hoy por el esposo de “La Gaviota”.

Morena, ha venido cosechando lo sembrado por López Obrador desde que llegó a la jefatura del Gobierno del Distrito Federal. A querer o no, esta será la última llamada para el peje si pretende seguir construyendo su llegada a Los Pinos.

El triunfo de cualquiera de las dos corrientes significará un avance importante en su intento de alcanzar la silla presidencial.

En cuanto al panismo, pienso que su participación será menor y en todo caso buscará convertirse en el fiel de la balanza en una elección a tres bandas.

Al mencionar al PAN no podemos olvidar sus coqueteos con el sol azteca para que el PRD fuese en alianza con ellos, sin embargo, estoy cierto que en el perredismo mantiene más veladoras encendidas a favor del lopezobradorismo que en apoyo al panismo.

Sobre todo, una vez puestas sobre la mesa las condiciones de Andrés Manuel para el 2018: si el PRD va en alianza con el PAN en el Edomex, no podría ir en alianza con Morena en 2018.

Por lo tanto, y atendiendo a las encuestas hasta el día de hoy, que colocan al peje como puntero en las preferencias electorales del año entrante, los perredistas seguramente terminarán por apoyar a Morena en el Edomex, o por lo menos no irán con el PAN.

Es sintomático de ello, la desbandada de algunos perredistas del gobierno de la Ciudad de México y el Congreso Federal para acercarse a Morena. Con lo cual también comienza a cuestionar la viabilidad de la candidatura presidencial de Miguel Mancera.

En estos escenarios de alianzas electorales, muy pronto comenzaremos a escuchar los sentires del alfarismo en la comarca tapatía, y así saber por qué lado se decantarán los ciudadanos del movimiento naranja.

Profesor-Investigador del Tec de Monterrey

@contodoytriques

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.