En el boxeo todo puede suceder

Rulas2

CON CHANFLE/Raúl de la Cruz

Antes de cada pelea, muchas cosas se pueden. Ese espacio indescifrable donde reina lo que no se puede evaluar es lo que hace atractivo al boxeo de alta competición. Los pronósticos mueren en presencia de un golpe magistral.

La batalla entre Saúl «Canelo» Álvarez y Julio Cesar Chávez Junior no es la excepción. Cualquier especulación aloja misterios indescifrables en rubros que pueden favorecer a uno o el otro. Hasta hoy, la forma en el boxeo de Canelo y Chávez ha lucido inalterable.

El tapatío ha mostrado cierta evolución donde consiguió pulir algunas herramientas, como el cuerpeo por ejemplo. La actual versión de Canelo, en esencia, mantiene la misma configuración en su estilo de la versión del Canelo de sus primeras batallas.

Sigue siendo tosco en sus movimientos, frontal, mecánico en sus esquives, peligroso en el contragolpe. La versión actual de Chávez Junior es aún más similar a la de sus inicios. Su estilo se ha mantenido inamovible.

Presión, agresividad, pobre defensa, golpeo por afuera, intercambio en la corta distancia, buen manejo de manos a la hora de colocar ganchos a la zona media lateral y la búsqueda desesperada del golpe que defina el combate.

El «catchweight» es un invento maldito. Favorece a unos y perjudica a otros. La parte dominante en el contrato establece las reglas y siempre esas reglas van en directo beneficio propio.

En esta oportunidad, la parte dominante es Canelo Álvarez, hay cláusula para peso pactado en la báscula y hay multa de un millón de dólares para la parte sometida (Chávez) por cada libra que supere el límite establecido: 164.5 libras.

En la teoría previa Canelo, se verá favorecido ya que no tendrá que esforzarse en dar el peso, pudiendo enfocarse totalmente en trabajar su físico para verse fuerte a la hora del combate, sin el apremio de la báscula. Ya Chávez será todo lo contrario.

Se verá sometido a un enorme esfuerzo físico que podría incluir una deshidratación extrema y una rehidratación también extrema, con todas sus posibles consecuencias.

El peso pactado para este combate es un número intermedio entre las divisiones en las cuales ambos están acostumbrados a pelear; Canelo en 154-156 y Chávez en 172-175. Visto en los gráficos, eso es real.

Pero visto en la práctica esa es una enorme mentira. Canelo a la hora de la pelea, literalmente, es un semipesado.

Hasta hoy, las virtudes de su metabolismo favorecen a una hidratación diferente, que obviamente lo beneficia, permitiéndole al día siguiente de la báscula aumentar su tonelaje hasta en veinte libras sin afectar su desempeño. ¿Quién será beneficiado?

Analista deportivo

@Rulasdelacruz

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.