Aumenta la inseguridad, debido a la corrupción impune

gaboPUNTO CRÍTICO/ Gabriel Torres

Según los datos de las encuestas publicadas, las dos demandas más sentidas de la población son seguridad y corrupción.

Hablemos ahora de la principal preocupación: la seguridad pública. De acuerdo con datos datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Jalisco contabilizó 37,478 delitos graves en 2015; considerando sólo robo, lesiones, homicidios, extorsión, secuestro, y delitos sexuales. Para 2016, en los mismos rubros, se contabilizaban 40,961 delitos graves.

En general, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, estos delitos graves, de 2015 a 2016, se incrementaron en un 8.5 por ciento en Jalisco.

Tan sólo de homicidios en 2015, 1,017 expedientes figuran en la tabla de incidencia delictiva; mientras que hasta noviembre de 2016, se presentaron 1,152 incidencias. Si bien es ‘poco’ el cambio, se trata de un aumento considerable del 11.72 por ciento.

El robo común a casa habitación, a negocio, a vehículos, transportistas, transeúntes, contabiliza en 2015 26,811 casos; mientras que en 2016 se presentaron 28,188 incidencias. Es decir, el robo común subió un 4.89 por ciento. En cuestión de delitos sexuales, en 2015 se abrieron 619 expedientes.

Para 2016 se contabilizan 895 casos. En Jalisco, los delitos sexuales aumentaron 30.84%. En cuanto a víctimas, tan sólo de homicidio doloso, en 2015 se contabilizan 1,149 personas; mientras que en 2016 la cifra aumentó a 1,289 personas. Se registra un 10.86 por ciento más asesinatos en 2016.

En este año, el Institute for Economics and Peace, comprobó la existencia de una correlación entre corrupción y niveles de violencia.

Mediante un acusioso estudio se comprueba que a mayor corrupción, mayores niveles de violencia. En este estudio se “observó una relación directa entre el aumento de la violencia en México y el aumento de la corrupción en las instituciones”, especialmente en las encargadas de impartir justicia. “Las organizaciones criminales lograron sobornar a funcionarios, lo que desencadenó un aumento en la corrupción”. “Los pilares de libre flujo de información, buen funcionamiento del gobierno y bajos niveles de corrupción se deterioraron en México durante la última década. “La confianza en las instituciones mexicanas se derrumbó a niveles tan bajos que, más de 70% de los ciudadanos sentían que la policía municipal era corrupta y más de 60% opinaba que la policía estatal lo era también”. (Fuente: El Índice de Paz México –IPM-).

Básicamente, el Institute for Economics and Peace señala que “En las sociedades con un alto nivel de corrupción, los recursos se asignan de forma inadecuada, lo cual suele provocar la falta de fondos para servicios esenciales”… “Las desigualdades correspondientes pueden ocasionar malestar social y en situaciones extremas, actuar como catalizadoras de una violencia más grave.

En cambio, los bajos niveles de corrupción pueden incrementar la confianza en las instituciones”.

De forma que los nieveles de violencia no se resuelven mediante la creación de una nueva burocracia de consenso, como la Agencia Metropolitana de Seguridad.

Buena parte de esos problemas con la violencia tienen su origen en los insultantes niveles de corrupción de los gobiernos municipales, estatal y federal, que propician el clima perfecto para el florecimiento rentable de la delincuencia organizada, impunemente solapada por un sistema judicial altamente corrupto, que emite –generalmente- sentencias injustas, ellos dicen, muy apegados a derecho.

Se alienta por policías improvisadas que venden protección a bandas criminales –el caso del robo de autos en la zona metropolitana de Guadalajara es un buen ejemplo-.

Por procuradores que no intregran deliberadamente las averiguaciones, o las integran mal para que el criminal no sea castigado.

Jalisco tiene las condiciones necesarias para combatir la violencia y mejorar los indicadores de seguridad pública, pero esto no ocurrirá mientras se sostenga un clima de corrupción y alta impunidad.

Para mejorar la seguridad, se debe castigar severamente la corrupción, atacando de fondo uno de los grandes problemas que alienta la delincuencia.

Director de Canal 44 de la U de G

@Gabriel_TorresE

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