Gorras rojas de Trump homenajean al “hombre bueno” que salvará EU

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Un mar de gorras rojas estampadas con la frase “Hacer a EU grande de nuevo“, la consigna de la campaña para los comicios del presidente electo Donald Trump, llenó ayer la explanada del Monumento de Abraham Lincoln en Washington para rendir homenaje al “hombre bueno y honesto” que “salvará EU”.

 

En la denominada fiesta de las “Voces del Pueblo“, con la que arrancaron las festividades oficiales antes de la toma de posesión de mañana de Trump, más de una decena de miles de sus seguidores se congregaron en un concierto que contó con la participación del presidente electo y su familia, así como de diversas celebridades y referentes de la música “country” estadounidense.

 

Entre ellos, el actor galardonado con un Oscar Jon Voight destacó que “Dios respondió a todas nuestras oraciones, porque aquí está. Todos seremos parte de la historia”. “Seguramente Lincoln está sonriendo, sabiendo que un hombre bueno y honesto salvará a EU”, agregó Voight, padre de la estrella Angelina Jolie, uno de las pocas estrellas de Hollywood que apoyó abiertamente a Trump durante la campaña.

 

Durante algo más de dos horas de concierto, un público mayoritariamente blanco y con un importante componente femenino, coreó algunos de los grandes lemas de la campaña del magnate neoyorquino, especialmente el recurrente “Vamos a construir un muro y México va a pagarlo”. La propuesta, una de las más controvertidas de Trump, busca edificar una enorme barrera física en la frontera sur de EU para frenar el flujo migratorio desde México.

 

Tras recibir la negativa de grandes estrellas musicales como Elton John, Celine Dion o la banda de rock Kiss, el equipo de Trump optó por lo seguro. Los éxitos musicales corrieron a cargo de estrellas de la música country. Lee Greenwood cantó su éxito “Que Dios Bendiga a EU” y Toby Keith entonó sus populares “Cervezas para mis caballos” y “Hecho en EU“, salteadas por las interpretaciones de bandas militares de clásicos patrióticos.

 

Curiosamente, Trump y su esposa, Melania, descendieron la escalinata del Monumento de Lincoln, al ritmo de “Heart of Stone“, de los británicos The Rolling Stones y bajo los aplausos apasionados de sus seguidores y al grito conjunto de “¡USA, USA, USA, USA!”. Trump cerró el acto con unas breves palabras en las que se definió como “solo un mensajero” del malestar existente entre los ciudadanos y prometió liderar el cambio para devolver la “grandeza perdida” a EU.

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