Juventud extraviada

jonadab-perfilPOLÍTICA SIN ÉTICA/Jonadab Martínez

Ya sea por diversión o por la realización de trabajos escolares, cada vez más y más jóvenes están utilizando las computadoras, los teléfonos inteligentes y las tabletas todos los días. Aunque estos dispositivos son muy populares y pueden ser muy útiles, también pueden ser muy peligrosos.

El envío de imágenes explicitas (sexting) que realizan los jóvenes mexicanos se está convirtiendo cada vez más en un riesgo que puede terminar en acoso sexual, extorsión, inclusive en pornografía infantil y esta acción por sí misma ya ha colocado a los mexicanos como los que más envían y reenvían imágenes sexuales en América Latina.

De acuerdo con la encuesta “Efecto Internet”, elaborada por la Asociación Civil, la Alianza por la Seguridad en Internet y aplicada a 10,000 estudiantes, entre 12 y 16 años, el 36.7% conoce a alguien que ha enviado o reenviado por internet o celulares imágenes suyas de desnudos o semidesnudos, a conocidos o desconocidos.

“La misma fuente señala que en México hay más de 11.5 millones de niños y jóvenes entre seis y 19 años, que utilizan las nuevas tecnologías de la información, lo que significa que, con los datos obtenidos en esta encuesta, cerca de 4 millones niños y jóvenes, conocen a alguien que ha enviado o este tipo de imágenes”.

El sexting no es un nuevo reto, pues se alertó sobre esta conducta desde 2009 pero es ahora cuando cobra su máxima expresión, registrándose más casos, situaciones graves, en población cada vez más joven.

Es momento de tomar las cartas en el asunto como sociedad y fortalecer los lazos de confianza entre nuestro jóvenes y emprender recursos didácticos que puedan ser usados para comprender los retos que supone el sexting.  “Pensar antes de sextear: 10 Razones para no realizar sexting” surge como una iniciativa de PantallasAmigas con apoyo de Google México, derivado de la creciente práctica del sexting, pues afecta, principalmente, a niñas, niños y adolescentes. La información es el mejor medio de concientizar y prevenir  a los más vulnerables en las redes.

Se debe de tomar en cuenta lo importante de este tema ya que esta actividad lleva a la pérdida de la privacidad, luego que una vez que la imagen es enviada, se pierde el control sobre su difusión, por lo tanto, los protagonistas quedan expuestos y vulnerables. Además, es una práctica que puede exponer a los menores de edad al grooming, ciberacoso y sextorsión como medio de presión y ridiculización contra la persona fotografiada.

La divulgación de contenidos íntimos o privados puede tener consecuencias legales, dado que esta conducta se puede encontrar tipificada como delitos, como los vinculados contra la intimidad y la libertad sexual, así como los relacionados con la pornografía infantil.

Nosotros los padres debemos más que nadie entender los riesgos y la vulnerabilidad de los jóvenes al sexting,  ya constituye una amenaza latente, porque empieza como diversión, pero puede terminar en una situación grave que se salga de control y produzca, además, consecuencias sociales, físicas, psicológicas, pero también, de índole legal para las víctimas.

Diputado Federal de MC
@jonadabmartinez

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