En caída libre

guero11CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

Más allá de los magros resultados que presume en su cuarto informe de gobierno, algunos de ellos muy falaces, como los que dice  ha dejado su gobierno en Jalisco, y del show mediático realizado con jóvenes “apartidistas” que lo cuestionaron muy a modo y de una forma poco convincente respondió,  me surge la duda de cómo cerrará Enrique Peña Nieto su administración.

A dos años de terminar su mandato el camino a seguir se le ha vuelto sinuoso, Peña no cuenta con la aprobación mayoritaria de los ciudadanos, no existen beneficios de las reformas “estructurales” que realizó y la polémica visita reciente del controvertido candidato norteamericano del Partido Republicano Donald Trump deja ver un gabinete dividido, sin liderazgo y con actores de su mismo círculo cercano que abonan al desprestigio del presidente.

Asimismo deja ver a un secretario de Hacienda, Luis Videgaray, sin idea, desesperado ante su falta de resultados que permitan estabilizar la alicaída economía mexicana, cuya idea de traer al Trump en automático lo deja fuera de la carrera presidencial ¿Esta visita repercutió positivamente en la economía nacional? No, y siguió aportando  a la maltrecha imagen de EPN ante los mexicanos. De pena ajena.

Peña declaró recientemente su compromiso y certeza de entregar la estafeta del país a otro priista en el 2018 y a no ser que bajo la manga tenga todos los ases de la baraja y golpes mediáticos muy precisos, porque  no veo por dónde pueda mejorar la seguridad, la economía o que el combate a la corrupción traiga resultados que permitan en algo cambiar la pésima imagen de su  gobierno ante los mexicanos y ante la opinión pública internacional, donde está por de más cuestionada.

Seamos pues testigos del descenso en caída libre del primer presidente mexicano que logró serlo con un 38 por ciento de votos, que de seguir las tendencias y de no hacer algo por su imagen, podría llegar a una aceptación menor al 20 por ciento, por su empeñó en “Mover a México” en reversa  y por ser el “nuevo” rostro del PRI perdiendo la oportunidad histórica de reivindicar al tricolor con nuestro país. Solo resta pedir que las cosas no empeoren y esperar pacientemente al 2018.

Analista político

@aagsevilla

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