Tirar chorros de agua a presión para combatir un incendio, sentir la adrenalina de subirse al camión de bomberos que alerta con su sirena que está a punto de partir y aprender a cuidarse ante objetos incandescentes, fueron algunas de las experiencias que vivieron niños de casas hogar que asistieron a la Segunda Jornada de Cursos de Verano que se llevó a cabo en las instalaciones de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Zapopan.
Alrededor de 450 niños de diferentes albergues recibirán instrucción preventiva para evitar quemaduras y accidentes en sus hogares, esto en conjunto con el Hospital Civil y la Dirección de Participación Ciudadana de Zapopan a través de los talleres que se imparten lunes, miércoles y viernes, hasta el 18 de agosto.
Entre los momentos más divertidos que vivieron fue cuando Alejandra Arriaga les detalló las labores que realiza la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate en donde puideron conocer a “Capitán” y “Balú”, los perros que les ayudan a encontrar de manera más rápida alguna persona en situación de riesgo.
Apoyados con personal de Participación Ciudadana los rescatistas mostraron la capacidad de “Capitán” para encontrar objetos perdidos, pero lo que más disfrutaron los niños fue rascarle la panza a “Balú”, que no dudo en echarse para disfrutar el cariño de los visitantes. Los niños fueron recibidos por los elementos, quienes les explicaron cuál es la función de un bombero.
Los bomberos sorprendieron a los pequeños cuando realizaron un simulacro de incendio en el que rescataron a dos personas; los “tragahumo” subieron a la terraza, situada en el segundo nivel, por una escalera que se tambaleaba, pero sin problemas llegaron y apagaron el fuego, sacaron a las personas lesionadas del lugar para que después los niños pudieran tomar la manguera y sentir como es que se combaten las llamas.
Después del simulacro, los niños participaron en un taller en el que les enseñaron a diferenciar cuáles son los objetos peligros y a cuáles no se deben de acercar para evitar una quemadura como los juegos pirotécnicos, las estufas, los tanques de gas estacionarios y avisar a un adulto cuando encuentren una caja de cerillos o un encendedor.
