El Partido de la Revolución Democrática todavía no se pone de acuerdo respecto a quién puede llegar a ser su presidente o presidenta nacional que conduzca con éxito a los procesos electorales de 2017 y los preparativos para las elecciones de 2018. De acuerdo con la corriente Nueva Izquierda, las pláticas y reuniones continúan como hace una semana, cuando por falta de acuerdos entre las expresiones tuvo que ser postergada 14 días más la elección de su dirigente sustituto en el marco de su consejo nacional.
Pese a la tardanza en la falta de consensos, dirigentes de Nueva Izquierda ratificaron su apoyo a Beatriz Mojica Morga para que se convierta en la presidenta del sol azteca hasta julio del año entrante. Perredistas como Verónica Juárez Piña, Erick Villanueva Mokul, Claudia Castelo e Hiram Moreno señalaron que lo importante no es la persona sino el modelo de partido que se quiera seguir. Se trata, explicaron, de definir y construir una fuerza política de izquierda competitiva y acorde al siglo XXI, donde sus dirigentes, legisladores, gobernantes y liderazgos sean congruentes con principios como la transparencia.
Por ejemplo, plantearon hacer obligatorio que sus cúpulas presenten su declaración 3de3 y que haya un rediseño institucional del partido que lo lleve a funcionar mejor. “Si logramos llegar a un acuerdo político, programático, el nombre es lo de menos”, apuntó Hiram Moreno, secretario de relaciones internacionales del PRD. No vamos a ir a un proceso a confrontarnos, expresaron al sostener que Nueva Izquierda como primera minoría del PRD no da por perdida la presidencia de su partido.
Por otra parte, propusieron la creación de una Comisión para la Transformación del PRD. Ese organismo tendría como fin elaborar el proyecto de una “ruta crítica”, para ubicar al perredismo como “la fuerza política de izquierda progresista que requiere el país”. Hiram Moreno informó que la comisión se integraría por un grupo de “alto nivel”, en el que participen militantes perredistas y ciudadanos sin militancia que quieran y puedan contribuir con su experiencia y conocimiento a la construcción de esta propuesta “de carácter estratégico”.
Sugirió que la comisión se tome seis meses para presentar a las autoridades y la militancia un planteamiento para el rediseño institucional, que permita una vida interior democrática, elementalmente funcional, que no genere exclusión y promueva una nueva cultura política interna.
