CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla
Plausible resulta la acción emprendida por el Ayuntamiento de Guadalajara al aplicar el reglamento y desalojar del centro histórico a sus incómodos visitantes: los vendedores ambulantes que desde alrededor de 5 años hicieron de estos espacios públicos sus áreas de trabajo, sospechosamente con la complacencia de la autoridad municipal.
Complacencia que fue denunciada en su momento ante la omisión de los encargados de hacer su trabajo y que a la fecha, continua sin respuesta ni culpables. Para muestra un botón:
.“’No voy a aceptar ya más abonitos’, o sea se ve que la gente le pagaba, ‘me tienen que dar 140 pesos cada sábado, y el que no me cubra la cuota’ -por lo que se veía era una semana de distancia-, ‘no le vamos a permitir ponerse aquí ni en Ángela’ y sobre todo comenta que si va a venir gente que ella había estado rechazando pues la va a aceptar y no le va a importar -fíjense en el detalle – ‘no me va a importar si repiten mercancía’”…Sandra Espinoza “La Parca”, lideresa de ambulantes en un audio dado a conocer el pasado mes de febrero por la entonces regidora panista Maribel Alfeirán.
Fue la misma edil que denunció y mostró imágenes de ambulantes que portaban gafetes de la CNOP, organización priista que los amparaban y también fue ella quien puso al descubierto un informe que Salvador Orozco, primer director de inspección y vigilancia, entregó en junio del 2013, donde reveló esta tolerancia por parte del entonces Secretario General, Tomás Vázquez Vigil y afirmó que tras hacer los operativos en zonas como la Plazoleta de San Juan de Dios, los jardines de los templos de San Francisco y Aranzazú, el Parque Revolución, entre otros, los ambulantes regresaban por acuerdos con el ex Secretario general.
Esta revelación derivó en la salida de ambos funcionarios.
Hoy se da a conocer que otra lideresa de los ambulantes, Teresa González Murillo, conocida como “La Fayuquera” aparte de contar con bienes que no checan con los ingresos que un ambulante percibe, posee bodegas en el centro de la ciudad donde se guarda mercancía de dudosa procedencia y carritos que se le dan a vendedores de acuerdo a una cuota semanal. Si esto poseen los líderes…
¿Dé a cómo eran las cantidades entregadas a la autoridad a cambio del “permiso” para dejarlos trabajar? Nunca lo sabremos y nunca habrá respuestas a las denuncias que se hicieron por estos actos de corrupción. Lamentable.
Mención aparte merece el tipo de mercancía que se comercializa con los ambulantes, el 80 por ciento de ella, según datos del Ayuntamiento, corresponden a piratería, artículos electrónicos, ropa y accesorios, mismos que no se sabe su origen y que pudieran ser adquiridos legalmente hasta conseguidos por robo o de ingreso ilegal al país.
“Déjenos trabajar” “Trabajamos de forma honesta” Son los reclamos de los ambulantes, pero me pregunto ¿Es honesto invadir el espacio público y violar el reglamento para instalar puestos de mercancía pirata y de dudosa procedencia?
Espero y la autoridad no ceje en el esfuerzo y que mantenga el centro limpio de ambulantes, incluyendo al que debiera ser su siguiente objetivo: los franeleros y aparta lugares. Confío que sea permanente y no solo un operativo de relumbrón mediático.
