Tlaquepaque y la claridad mental

GARAIZ3

LA MÉNDIGA OLIGARQUÍA/Esteban Garaiz

Ante el sorprendente e indiscutible triunfo electoral de María Elena Limón en Tlaquepaque con la bandera de Movimiento Ciudadano, algunos comentaristas, con muy poca claridad mental, han hablado imprudentemente de “rebeldía” o de “sumisión” ante las directrices de su líder. Ni una cosa ni la otra.

Empecemos por decir que sus comentarios llevan una lamentable carga de machismo. Sus consideraciones, más que racionales, siguen aferradas a los viejos prejuicios priistas-panistas de que las “viejas” deben quedarse en la cocina, o a lavar y planchar, sin tener opinión en las decisiones que afectan la vida de sus hijos y de ellas mismas como personas y como ciudadanas con iguales derechos que los varones.

El claro triunfo electoral de María Elena Limón en Tlaquepaque los desmiente con toda claridad. Es cierto que la inclinación electoral de mujeres y hombres ciudadanos en Tlaquepaque mucho tuvo que ver con la experiencia del buen gobierno de Enrique Alfaro y su sucesor Ismael del Toro en el vecino y visible Tlajomulco. Muy en concreto: madres y padres de familia se preguntaban por qué los niños y niñas del otro lado en Tlajomulco contaban con buenos uniformes a la medida, mochilas de buena calidad, útiles escolares, centros deportivos y recreativos, vacaciones escolares con diversiones, buenos baños en las escuelas y hasta academia de ballet para las niñas; y sin cuotas “voluntarias”.

Pero también miles de ellas y ellos reconocen la calidez, el liderazgo, el compromiso con la gente, así como las actividades valientes de María Elena Limón en el gobierno municipal a través del DIF. Además de su amplio reconocimiento en la cabecera como hija de artesanos y mujer emprendedora. No es ninguna improvisada y tiene un sólido equipo.

Por supuesto que la Presidenta electa de Tlaquepaque tiene un claro compromiso con las directrices del grupo político jefaturado por Enrique Alfaro. De eso no hay la menor duda: tal como se proclamó a los electores durante la campaña. No hay absolutamente ningún engaño. El color naranja lleva un compromiso de políticas coordinadas en todos los municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Pero ella es la Presidenta de Tlaquepaque. Es mujer, tiene don de mando y tiene el respaldo de las ciudadanas y ciudadanos que la eligieron. No hay engaño.

Quienes fueron derrotados estrepitosamente por la voluntad ciudadana no serán pasados por las armas. Pero ya no mandan. Que quede claro. Si entienden algo de democracia. El poder asignado por los ciudadanos no es para compartirse.

 Analista político

@EGaraiz

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