Las Razones de Morena

GARAIZ3LA MÉNDIGA OLIGARQUÍA/Esteban Garaiz

 

En la política hay competencias y confluencias, divergencias y convergencias. Según tiempo: tiempo de aspirar al poder o tiempo de ejercerlo. Incluso según los plazos de ley.

 

En este marco de referencia hay que entender el Pacto por México; y también el registro de MORENA como partido político.

Toda acción humana (incluso las decisiones políticas) tiene una motivación: una razón propia del actor, buena o mala, sólida o superficial a la vista de otros. Pero si se quiere analizar la política, y más si se quiere actuar en política, es necesario investigar, o al menos intuir, las razones y motivaciones de los otros actores políticos.

¿Por qué formar un nuevo partido de izquierda, si ya hay tres actuando en la vida política del país? Nadie pensará que 16 millones de ciudadanos, que en julio pasado votaron por el Proyecto Alternativo de Nación, van ahora a sumarse alegremente al Pacto por México firmado por PRI, PAN y Jesús Zambrano, que muchos medios nos quieren vender como un gran consenso nacional.

Mucho menos cuando la XXI Asamblea Nacional del PRI abandona formalmente (no sin turbulencias internas) los principios rectores que le dieron origen, y se prepara para que sus legisladores puedan aprobar sin obstáculos el IVA generalizado y la inversión privada en PEMEX, con mucha “mexicanidad” sin “corsé”.

Sencillamente porque MORENA y sus 16 millones de ciudadanos están por OTRO proyecto nacional, rescatando el de 1917, que ha quedado inconcluso con 58 millones de mexicanos marginados.

A falta de datos publicados, podemos intuir que muchos de los dirigentes formales de los tres partidos, y de manera clara los del PRD, decidieron desoír y desentenderse del liderazgo del Movimiento, y se dedicaron con miopía a garantizar a corto plazo sus curules, olvidando la vocación de poder.

Un solo dato resulta ilustrativo: el famoso prorrateo de los gastos de campaña a los diversos candidatos. El PRI le adjudicó a su candidato presidencial el 1 por ciento. El PRD le atribuyó al suyo el 70 por ciento de los gastos. Ahora resulta que hasta se excedió del tope.

Podemos razonablemente suponer que MORENA ha llegado a la conclusión de que necesita un aparato partidario confiable y propio; no rentas impagables.

26 de febrero de 2013

@EGaraiz

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