La Méndiga Oligarquía/ Esteban Garaíz
Decíamos en nota anterior que la peor deuda que puede tener un gobierno, Congreso incluido, es la contraída con su población desfavorecida.
El rezago en materia educativa, de escolaridad, no es sólo un faltante en capacitación humana para el trabajo productivo (con todo y que el factor fundamental de la producción es el factor humano); sino que estamos hablando de derechos humanos elementales, que en contraparte, son obligaciones del gobierno.
Inaceptable, pues, que Jalisco tenga miles (14,000) de planteles sin construir. Toda lógica indica que es socialmente más importante una escuela que un puente atirantado o una villa olímpica. Por más que nuestros jóvenes atletas, y no las autoridades, hayan logrado unos juegos deportivos de los cuales podemos sentirnos orgullosos.
Ahora otra noticia más nos exhibe la vergüenza del sistema educativo jalisciense; y precisamente en su estructura material. CAPECE, según se detalla, es una muestra más de la incompetencia gubernamental en la obligación más elemental, quizá después de la vida y la salud de los pobladores.
Según reporte puntual de Agustín del Castillo, la última auditoría, realizada al organismo estatal de construcción de escuelas arrojó un faltante preliminar de 62 millones de pesos. No tiene caso, para efectos de esta nota, detenerse en consideraciones técnicas como diferencias en inventario, faltas de firmas en contratos, pólizas no encontradas o pizarrones sí encontrados sin registro en inventarios.
Estamos hablando de temas más delicados, o para decirlo francamente: inaceptables en un equipo de servidores públicos. A río revuelto, ganancia de pescadores. Pero aquí estamos hablando de algo mucho más serio. Y la indignación crece porque redunda en abierta violación a los derechos de los niños jaliscienses, cuyos padres, además, pagan impuestos, a veces sin caer en la cuenta.
Mucho peor si el nuevo equipo gobernante nos acaba clavando el IVA en alimentos y medicinas con la complicidad de los del otro partido en franca erosión (y peor todavía si cuentan también con la “izquierda moderna” pactofirmante).
El hecho es que la auditoría detectó compras a sobreprecio, adjudicaciones directas ilegales, productos adquiridos que no ingresaron, pago de facturas sin haber recibido las mercancías; y, lo que parece más serio: pólizas apócrifas.
Mientras tanto, el nuevo Almanaque Mundial 2013, editado por Televisa, registra para México (2012) una mortalidad infantil vergonzosa de 16.77 por cada mil niños nacidos. Frente a Irlanda 3.81, Chile 5.91, Cuba 4.8, Estados Unidos 7.09, Eslovenia 4.12, España 3.37, Portugal 4.6, Francia 3.37, Japón 2.21, Islandia 3.18, Italia 3.36, Canadá 4.81, Corea del Sur 4.08. Lo peor es que hay 80 municipios de Jalisco que duplican y hasta triplican media nacional. Mientras hipócritamente hay grupos que se anuncian en favor de la vida.
