Mezcala en lucha

LA MÉNDIGA OLIGARQUÍA/Esteban Garaiz

Heroica Mezcala: 200 años.

Quizá las actuales autoridades estatales de Jalisco no sean muy conscientes de que son sucesoras legales de Pedro Celestino Negrete, gachupín sanguinario represor de los insurgentes de la ribera de Chapala; asesino terrible de patriotas, como fue el caso de la comunidad indígena ribereña de Mezcala, dueña desde tiempos inmemoriales de la isla de Mezcala, confirmada por Carlos V en 1534.

Negrete, personaje de negra memoria, gran amigo de Agustín de Iturbide, fue el primer gobernador del Jalisco independiente en 1821.

Es más: fue el independizador de Jalisco con la bandera de las Tres Garantías, la que logró que todo cambiara para que todo quedara igual; que se desataran los vínculos con la metrópoli conquistadora, pero que permaneciera intacta la estructura social de la Colonia con su régimen de profunda desigualdad social (que todavía hoy perdura en gran manera, como en casi todos los demás países que fueron del Imperio Español).

Traicionaron todos los ideales de los insurgentes y dejaron intocado (hasta 1910) el orden agrario con 500 familias dueñas del 95 por ciento de la tierra, para la cual seguían trabajado cuatro quintas partes de los mexicanos como peones analfabetos, sin médico, sin libertad, sin dinero, sin ciudadanía.

Si algún lector cree que esto no es cierto, puede ir a Tlaquepaque: en la calle Independencia, en la casona ahí permanece la doble placa que proclama a Pedro Celestino Negrete como independizador de Jalisco en 1821.

Nada de raro, pues, que a los 200 años de la heroica defensa de los indígenas que resistieron en la isla el embate realista, sin ser jamás conquistados, ahora la  Secretaría de Cultura de Jalisco, legal sucesora del asesino Pedro Celestino Negrete, invada lo que no es suyo, y quiera privatizar la isla propiedad de la comunidad indígena, cobrar cuota de entrada a la “Isla Indómita”, y lo que es peor: hacerla parte de una regata con “Copa Gobernador” como integrante del complejo turístico de Chapala, respetable negocio capitalista, que se anda metiendo en casa ajena.

Ya los comuneros han hecho saber que no sueñan con ser jardineros y domésticas como en Ajijic.

@egaraiz