Tácticas siniestras

ESCAMOCHA

Pepe Díaz Betancourt

El Gobierno del Estado echa mano de todos los frentes para combatir el primer lugar en desapariciones ante un escenario que corresponde a atender el grave pasivo con el que figura en el cuadro nacional y las afectaciones al ranking del mandatario por medio de tres estrategias muy claras.

Una de ellas es mediática, impulsada mediante la multicitada reunión de medios  de comunicación para influir en que «la narrativa» de la información cambie para descafeinar las notas del tema y hablar más de hallazgos que de desaparecidos.

Otra táctica es la de los borrones en los reportes nacionales de personas no localizadas y aunque todas las iniciativas para atenuar este problema son reprobables, ésta es, sin duda, una de las más viles y atroces.

La más reciente, es la atención política no humanitaria a las organizaciones que ahora incluye la descalificación total de los dirigentes y colectivos por su actitud hostil-dice el gobierno- para reclamar los derechos humanos y procesales de las víctimas.

Por cierto que Héctor Flores dirigente de Luz de Esperanza y señalado como uno de los indeseables por la administración estatal llama la atención sobre las víctimas indirectas de las desapariciones, que rondaría más allá de 150 mil personas según criterios de la ONU-pues por cada víctima, se afecta hasta diez familiares y amigos- lo que en teoría tendría que requerir una nueva área de atención para los ciudadanos afectados.

Pero vamos, si las desapariciones como tal no son atendidas, las víctimas colaterales menos.

PILÓN

Urge quien frene legalmente el despojo de más o menos cien millones de pesos a los zapopanos con el negocio marca Lemus de la Plaza Arcos antes de que sea demasiado tarde y el atrio de la Basílica  y otros lugares se oferten próximamente en Tierra y Armonía.

Periodista, docente y coordinador de diplomados en periodismo en la Universidad de Guadalajara y el ITESO

@pepediazjose

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