ESCAMOCHA/Pepe Díaz Betancourt
Fuerte insensibilidad y ausencia de sentido común, eso demuestran los personajes clave de los gobiernos, municipales y estatales cuando autorizan aperturas a sitios en donde las muchedumbres son inevitables.
El impacto directo se resiente en la propagación de contagios pero muy especialmente en el ánimo del personal sanitario, debe ser muy complicado explicar como se perciben estas libertades para contagiarse, entre quienes-en contraste- se están partiendo el alma todos los días para atender a los cientos de enfermos COVID y presenciar como salen del hospital pies por delante o en los casos más afortunados después de una estancia que demanda muchas horas, recursos y medicinas; mientras egresa uno, entran dos.
Por qué es importante mantener el ánimo del personal de salud, no solo el rendimiento y el desempeño es necesario, sino también evitar los accidentes laborales (infectarse es un riesgo laboral) y la depresión que el paciente es capaz de captar a través de las actitudes del personal que está en contacto.
En suma no hemos sido lo suficientemente sensibles ni solidarios parar respaldar a nuestro personal sanitario
Según mediciones recientes, en promedio los profesionales de salud estarían soportando niveles de ansiedad arriba del 23 por ciento aunque en los contingentes que atienden a los enfermos directamente podría ser más.
A estas alturas necesitamos una estrategia de salud para las figuras sanitarias que atienden COVID en México, si queremos detener los más de mil 400 decesos y 140 mil infectados entre sus filas.
PILÒN
¿En dónde están y que tendrá que hacerse con cerca de 340 mil alumnos que la SEJ reconoce se conectan de vez en cuando más otros que de plano ni se enlazaron en diez meses, que jamás se reportaron a su escuela, a un aula virtual o con su maestra?
Ausencia de empatía
Fuerte insensibilidad y ausencia de sentido común, eso demuestran los personajes clave de los gobiernos, municipales y estatales cuando autorizan aperturas a sitios en donde las muchedumbres son inevitables.
El impacto directo se resiente en la propagación de contagios pero muy especialmente en el ánimo del personal sanitario, debe ser muy complicado explicar como se perciben estas libertades para contagiarse, entre quienes-en contraste- se están partiendo el alma todos los días para atender a los cientos de enfermos COVID y presenciar como salen del hospital pies por delante o en los casos más afortunados después de una estancia que demanda muchas horas, recursos y medicinas; mientras egresa uno, entran dos.
Por qué es importante mantener el ánimo del personal de salud, no solo el rendimiento y el desempeño es necesario, sino también evitar los accidentes laborales (infectarse es un riesgo laboral) y la depresión que el paciente es capaz de captar a través de las actitudes del personal que está en contacto.
En suma no hemos sido lo suficientemente sensibles ni solidarios parar respaldar a nuestro personal sanitario
Según mediciones recientes, en promedio los profesionales de salud estarían soportando niveles de ansiedad arriba del 23 por ciento aunque en los contingentes que atienden a los enfermos directamente podría ser más.
A estas alturas necesitamos una estrategia de salud para las figuras sanitarias que atienden COVID en México, si queremos detener los más de mil 400 decesos y 140 mil infectados entre sus filas.
PILÓN
¿En dónde están y que tendrá que hacerse con cerca de 340 mil alumnos que la SEJ reconoce se conectan de vez en cuando más otros que de plano ni se enlazaron en diez meses, que jamás se reportaron a su escuela, a un aula virtual o con su maestra?
