Toma de decisiones

POLITICAMENTE INCORRECTO/Por Carlos Maguey

Difícilmente en el estado habrá alguien que esté satisfecho con la forma en que se han administrado y comportado desde el punto de vista político los diputados en las últimas dos legislaturas.No veo cómo se pueden defender esos legisladores de todo lo mal que han administrado y derrochado los recursos del estado a raíz del crecimiento desmedido de la nómina, los recursos mal gastados y destinados a temas secretos, pero sobre todo, la forma en que se han conducido erróneamente y que a la larga sólo hay traído cargas económicas que no tienen sentido y que limitará a las siguientes legislaturas.Es cierto que nadie puede negar que los diputados han tomado malas decisiones sobre la forma en que se han designado algunos de los puestos, que son de las pocas responsabilidades que tienen los legisladores, y a pesar de que durante algún tiempo negaban haber hecho mal las cosas, finalmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación les corrigió la forma en que tomaron decisiones y hasta retiró el fuero a un diputado.No podemos negar que a muchos nos dio pena en un momento cómo fueron sancionados, pero luego sentimos cierto gusto y satisfacción por la forma en que se les puso un alto a los excesos de los legisladores por una autoridad que podía corregir estas actitudes.Y aunque muchos han tenido ganas de querer corregirles muchas otras decisiones a los diputados, y a muchos nos habría gustado ver que alguien ponga un alto a las decisiones erróneas del Congreso, lo cierto es que tampoco todas sus decisiones pueden ser corregidas.Quizá el caso en el que más ganas se han tenido para intervenir, es en el caso de la permanencia de Alonso Godoy Pelayo, quien a pesar de todo lo que se ha dicho y se ha demostrado, sigue protegido por los diputados y, hay que decirlo claramente, sin posibilidad de retirarlo, pues para cada acto en contra de la permanencia del auditor superior del estado, siempre ha habido una salida, con frecuencia absurda, como la que ahora usan los legisladores para decir no lo pueden retirar porque no han podido iniciar el proceso elección del nuevo titular de la Auditoría Superior del Estado, porque no podían pagarle a la Universidad de Nayarit los 37 mil pesos que cobraba por realizar los exámenes para que evalúe  a los aspirantes a ocupar el cargo.Lo curioso es que este argumento no lo están dando todos los diputados, sino sólo el presidente de la Comisión de Vigilancia, Salvador Barajas del Toro. Y más curioso fue que luego de que el diputados diera este argumento en una entrevista radiofónica, se supiera que los empresarios de Coparmex ya estaban listos para ir al Congreso a entregarle a los diputados un cheque para que le pagaran a la Universidad de Nayarit este dinero.Esta acción debe ser tomada como lo que es, como una puesta en escena, como una representación teatral, a través de la cual los empresarios quieren evidenciar a los diputados como personajes irresponsables con su labor y faltos de compromiso, por eso su decisión de llevar este cheque que nunca fue recibido.Aunque hay que reflexionar que también sería muy preocupante que los empresarios quisieran erigirse en un poder que tomara decisiones sobre el Legislativo, lo que podría ser peligroso, pues el sólo hecho de tener recursos económicos, tampoco le da derecho al sindicato de patrones de Jalisco de intentar imponerse por encima de algún poder, no al menos de esta forma.Es cierto que todos esperamos que los diputados hagan mejor su trabajo, pero definitivamente la vía no es manipulando a los diputados, sino ejerciendo presión pública, pero no queriendo hacerles su trabajo.

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