ARENA POLÍTICA/ Por Vicente Viveros
Sin duda es el tema más importante de la Zona Metropolitana de Guadalajara, pero también, sin duda es el tema que causa la mayor polémica, así iniciaron los actuales gobiernos municipales y por lo visto así terminaran.
Esto debido a la flamante idea de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes de licitar un estudio para realizar la línea 3 del tren ligero, si bien es cierto parece una desproporción gastar doscientos millones de pesos con este fin a unos cuantos meses de terminar la gestión de este sexenio, lo cierto es que también salen a aflorar las contradicciones entre los munícipes, por un lado hace tres años festinaban el meterle freno a la línea dos del BRT, a partir de eso cada uno salio con una gran idea, que transitaban desde trenes de levitación hasta tranvías.
Así pasaron los tres años y no avanzamos ni un centímetro en mejorar la calidad de la movilidad en esta Guadalajara nuestra, pero cuando la SCT propuso la realización de este estudio, todos los presidentes excepto el de Tlajomulco, salen a decir que no es necesario, que ya hay no uno, hay dos estudios que dicen prácticamente lo mismo, recordemos, el segundo estudio que costo varias decenas de millones fue, por decirlo elegantemente una necedad, coincidió con el primero, la única diferencia es que uno se hizo bajo el auspicio de el gobierno de un partido y el segundo del otro, a ver cuando resolvemos el problema de las confianza, pero ese es otro tema.
En fin al día de hoy estamos igual que hace tres años y el parque vehicular crece constantemente así como los problemas viales, hace seis los gobiernos del PAN avanzaron al hacer la cuestionada y polémica ruta 1 del macrobus, hoy a seis años de distancia la circunstancia es similar, gobierno federal, estatal y municipal de un mismo partido, el PRI, esperemos que la curva de aprendizaje sea menor y que la coincidencia ideológica haga que el proyecto de movilidad del trienio, sea pertinente y viable.
Por ningún motivo los tapatíos podemos darnos el lujo de perder otros tres años, pero mientras no aprendamos que el tema no es político sino estrictamente técnico dudo que avancemos, tengamos el beneficio de la duda y empujemos junto con las organizaciones de la sociedad civil dedicadas al tema una alternativa vial incluyente y moderna, nuestros hijos merecen una mejor metrópoli.
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