Ocho empleados del Museo Egipcio fueron a juicio por dañar la barba de la máscara de enterramiento del faraón Tutankamón.
Esto se produce un año después de que las autoridades abrieran una investigación en 2016 sobre cómo la barba azul y oro se desprendió de la máscara y fue luego vuelta a pegar torpemente y a escondidas.
Los acusados enfrentaron cargos de negligencia y violación del código profesional.
La máscara, de 3.000 años de antigüedad, es una de las mayores atracciones turísticas del Cairo.
Existen varias versiones entre los curadores del Museo Egipcio sobre las circunstancias del desprendimiento de la barba, unos aseguraron que se desprendió por accidente, mientras otros explicaron que la retiraron al ver que se estaba soltando.
Los fiscales dicen que los trabajadores intentaron encubrir el error, utilizando grandes cantidades de un pegamento para volver a pegar la barba al resto de la máscara. Lo intentaron tres veces hasta que a la cuarta lo consiguieron.
«Ignorando todos los métodos científicos de restauración, los sospechosos intentaron esconder su crimen utilizando herramientas afiladas de metal para eliminar partes del pegamento visibles, dañando la pieza de 3.000 años sin un momento de conciencia», dijeron fiscales, al Daily News Egypt.
Mese después, un equipo de restauradores liderados por expertos alemanes empezó a trabajar para restaurar los daños y volver a pegar la barba de forma profesional.
