Tunden a candidatos en Diálogos por la Paz

Se llevó a cabo en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, el encuentro Diálogos por la Paz entre los candidatos presidenciales y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que encabeza Javier Sicilia. A cada uno, el poeta habló de frente y expresó su sentir y el de la agrupación que lidera.

A la panista Josefina Vázquez Mota, dijo que para muchos ella representa la continuidad de “la política que nos ha sumido en el horror y ha convertido al país en un inmenso camposanto. Por su parte Vázquez Mota pidió perdón por la omisión y faltas cometidas “por nuestros gobiernos”, esto ante los familiares de las víctimas desaparecidas y muertas en la lucha contra el crimen organizado.

Sicilia recriminó a Enrique Peña Nieto no sentir el dolor de las víctimas de la violencia, y recordó el capítulo Atenco. “No escucho su corazón, no lo escucho vibrar con el dolor de las víctimas. Escucho un discurso frío que aterra, nos aterra a todos. No le escucho una palabra de piedad, de compasión frente a tanto dolor”, dijo.

«Me preocupa también, no le oí una sola mención a los delincuentes que hay en su partido», dijo Sicilia a Peña Nieto, al quien también espetó que su candidatura “representa el regreso al pasado, al origen de la corrupción de las instituciones (…) la imposición de la presidencia imperial, el uso patrimonialista de la nación, la represión, la manipulación mediática”.

En su turno, Javier Sicilia dijo a Andrés Manuel López Obrador que para muchos él significa »la intolerancia, la sordera, la confrontación en contra de lo que pregona su república amorosa en aquellos que no se le parecen o comparten sus opiniones».

El dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad señaló asimismo que el candidato presidencial del Movimiento Progresista también »significa el resentimiento político, la revancha sin matices contra lo que fueron las desaseadas elecciones de 2006 (…) el mesianismo, la incapacidad autocrítica”.

López Obrador respondió: »A mí no me pueden meter en el mismo costal, no es soberbia, es que yo me formé de otra manera, no soy un político mentiroso ni corrupto”.

Por último Javier Sicilia afirmó que sentía simpatía por Gabriel Quadri, candidato de Nueva Alianza, más no por su partido. Sicilia le dijo a Quadri que usurpaba una candidatura ciudadana que había negado la reforma política, que representaba una arrogancia y doble moral, apoyado en una maestra cacique, de un sindicato corrupto que utilizó a los niños para fines políticos.

Sicilia despidió a Peña Nieto con un beso; con un abrazo a Josefina y a López Obrador, y con un apretón de manos a Quadri.

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