Orden en Tlatlaya incluía candados de derechos humanos

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La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) destacó que la orden a soldados de “abatir delincuentes en horas de oscuridad” emitida 19 días antes de la matanza de Tlatlaya, también incluía instrucciones de «estricto respeto a los derechos humanos». «Del análisis de la totalidad del documento, se desprende que su propósito es que las operaciones del personal castrense se ajusten al marco jurídico vigente que contempla el respeto irrestricto a los derechos humanos», indicó la Sedena en un comunicado distribuido este sábado.

La dependencia reveló fragmentos de la orden para el relevo de la base de operaciones de San Antonio del Rosario, en las que mandata a la tropa que estuvo involucrada en los hechos del 30 de junio de 2015 en Tlatlaya, Estado de México, a proteger a personas inocentes, evitar víctimas colaterales y observar diversos ordenamientos en materia de tortura, cateos y uso legítimo de la fuerza pública.

«Las operaciones deben realizarse con estricto respeto a los derechos humanos, evitando cateos sin orden de la autoridad judicial, así como el traslado de detenidos al interior de instalaciones militares», señala una de las citas de la orden de la base militar, reproducidas por la Sedena en su boletín.

La Sedena no hace referencia en este comunicado al término «abatir», incluido en la orden, de acuerdo con un informe publicado este jueves por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro ProDH), defensor de una de las testigo del enfrentamiento del 30 de junio de 2014, en el que murieron 22 civiles tras un enfrentamiento con soldados, quienes están acusados de ejecutar extrajudicialmente a los supuestos criminales a pesar de que ya se habían rendido.

La orden de abatir —empleada para significar la privación de la vida humana, según la organización de derechos humanos— está mencionada en la Orden General de Operaciones de la Base de Operaciones “San Antonio del Rosario” y la subsecuente Orden de Relevo y Designación de Mando, según los documentos a los que el Centro ProDH tuvo acceso como parte de la defensa que realiza de la testigo Julia.

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