Una madre de Kansas fue acusada de matar a su hijo de 10 años para que «fuera al cielo» y no enfrentara los problemas del mundo. La policía fue llamada a una casa en Wellington el pasado domingo casi a la media noche, lugar donde se encontró muerto a Caleb Chad Blansett, de 10 años.
La policía arrestó a la madre del niño, Lindsey Blansett, de 33 años, quien fue acusada de asesinato en primer grado, reportó la televisora local KAKE. Según los fiscales, luego de que Caleb se fue a dormir, la mujer «decidió que su vida estaría llena de sufrimiento y dolor y que era mejor que fuera al cielo esa noche». La mujer tomó un cuchillo y una piedra y fue a la habitación de su hijo, luego lo golpeó en la cabeza con la piedra y después lo acuchilló en repetidas ocasiones en el pecho.
Una hija de la mujer, Kadence, de 9 años, se encontraba en la casa al momento del asesinato, pero ella resultó ilesa. La niña fue entregada a otros familiares luego de la detención de Lindsey. Según los vecinos de la mujer, esta era una madre muy atenta con sus hijos, en tanto que nunca se vio a Caleb ser víctima de abuso.
Era una mujer agradable. No parecía capaz de matar a su propio hijo», afirmó Shae Hutton en declaraciones a la televisora local KWCH. Blansett se presentará ante una corte mañana jueves y se le ha impuesto una fianza de 500 mil dólares si desea enfrentar el proceso en libertad.
