Plan Estatal de Desarrollo: algunos comentarios idealistas

GARAIZ3>LA MÉNDIGA OLIGARQUÍA/Esteban Garaiz

Hace unos días, se presentó el Plan Estatal de Desarrollo 2013-2033, con un total de 500 metas y aliento de mediano plazo.

Qué bien que quienes están al frente de un gobierno que debe ser para todos, concluyen que es necesario planear con cuidado y con metas específicas, los escasos recursos presupuestales (de un gobierno que no sabe o no quiere recaudar según las normas internacionales de progresividad cobrando más a los que más utilidades obtienen) para tantas necesidades y tantos rezagos como sufren las mayorías del estado.

Si de verdad tenemos sentido federalista, como ha sido siempre el orgullo jalisciense, el Plan Estatal no tiene por qué alinearse al Plan Nacional, que está empeñado en duplicarnos la misma receta que nos ha llevado al fracaso en los últimos 30 años.

En cambio, con criterio federalista, debería enmarcarse en el gran proyecto de nación, que nos rige desde 1917 y que tiene todavía sus grandes postulados cumplidos muy a medias. Pensando, naturalmente, en los grandes derechos de los seres humanos en Jalisco.

En efecto, la Equidad de Oportunidades es una aspiración central. Si empezamos por el artículo tercero, o sea la educación universal, pública, gratuita, debe arrancar por la base material: todos los niños y niñas de Jalisco tienen igual, igual derecho a contar con escuelas de igual, igual calidad.

No es aceptable que haya niños jaliscienses de segunda categoría estudiando en escuelas de hojalata: 1600 aulas como lo reconoce el Secretario. No se puede aceptar que la autoridad competente (Ejecutivo y Legislativo) no haya podido planear y proyectar la necesidad de aulas para haber iniciado este curso con todos, todos los niños de Jalisco en su mesabanco en igualdad de condiciones; y, por supuesto sin reclamar cuotas a los padres de familia.

Pero este primer punto, tiene otro punto bajo cero. Es imperdonable que más de la mitad de los municipios de Jalisco tengan un índice de mortalidad infantil que duplica la media nacional; y que el promedio estatal de niños muertos por enfermedades curables triplique el índice de Cuba o de Portugal, y cuadruplique el de Japón.

El plan anunciado pretende sabiamente Una Economía Próspera e Incluyente. Se propone como meta reducir la tasa de ocupación en el sector informal. Nuestros sabios planificadores no se han dado cuenta que el empleo informal es como el lirio acuático en las aguas contaminadas: es consecuencia y no causa de la contaminación.
Es un disparate combatir el lirio con herbicidas; lo que hay que combatir es el derrame de vertidos que obligan a la Madre Natura a reaccionar en verde.

Con salarios mínimos de miseria que acuerdan de manera “tripartita” (ésa sí que es farsa) que el salario mínimo “aumente” en un 4 por ciento, que ni siquiera repone el índice de inflación (ocasionado principalmente por los gasolinazos mensuales) es totalmente soñador, además de represivo, pretender reducir la informalidad, que no es más que subempleo de sobrevivencia. Sólo falta que los planificadores caigan en el Síndrome de Alfeirán de querer lograr la prosperidad de Jalisco persiguiendo ambulantes como si fueran delincuentes.

De nada servirán los créditos a las “mipymes”, si no hay mercado porque no hay ingreso familiar. Hasta los taqueros lo saben: donde hay demanda, hay inversión. El Buen Fin nada resuelve en la economía real si no hay ingreso-demanda familiar.

@EGaraiz

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