Por Eugenia Barajas
Pese a todos los pronósticos y cumpliendo sus expectativas, el coordinador del Partido de la Revolución Democrática, Enrique Velázquez logró que su iniciativa de Ley de Libre Convivencia pasara los filtros y se aprobara por los 20 votos que siempre dijo tenía seguros.
Entre manifestaciones en el exterior del edificio con la presencia de grupos de la diversidad sexual y a favor de la familia y adentro del recinto con reclamos de la fracción del PAN por incluir en la orden del día el dictamen de la Comisión de Derechos Humanos que aprobaba la ley con modificaciones e incumplía con las horas establecidas en la Ley del Poder Legislativo para ser presentada en el pleno, el tablero de votaciones fue muy claro: 20 votos a favor, 15 contra y una abstención.
La propuesta original sufrió modificaciones en la Comisión de Derechos Humanos, no será un nuevo estado civil, sino que los libre convivientes deberán firmar un contrato notariado.
Entre los reclamos de los legisladores destacaron el de Guillermo Martínez Mora del PAN, que dijo que la iniciativa dejaba abierta la puerta al libertinaje; mientras que Salvador Zamora recalcó que la «ley nació como un aborto» pr ser negociada con el PRI, «existe un nuevo partido el Revolucionario Institucional de la Revolución Democrática».
Por su parte la perredista, Celia Fausto les recriminó que sus compañeros confundieran la tribuna como si fuera púlpito sin argumentos legales, «ya solo nos falta ponernos los hábitos y decir misa», les recalcó.
El panista Víctor Sánchez se defendió y precisó que no eran «mochos» ni «intolerantes», pero no cumplirían los «caprichos de un diputado».
Los 15 que votaron en contra fueron por PMC, Fabiola Loya, Salvador Zamora y julio García; por el PRI, Joaquín Portilla y 11 del PAN, Gabriela Andalón, Mariana Arámbula, Norma Angélica Cordero, Hernán Cortés, Juan José Cuevas,Jaime Díaz, Alberto Esquer, Gildardo Guerrero, Guillermo Martínez Mora, José Luis Mungía y Víctor Sánchez.
