Candidaturas Independientes

GARAIZ3LA MÉNDIGA OLIGARQUÍA/Esteban Garaiz

Los partidos políticos son entidades de interés público. Son el conducto para el arribo de los ciudadanos al poder electo. Pero no tienen por qué ser monopolios; u oligopolios.

Los diputados del PRI presentarán una iniciativa de reforma para reglamentar las candidaturas independientes en Jalisco. Convocarán, para ello, a organismos ciudadanos y a especialistas en la materia. Es de suponerse que la puerta estará también abierta para ciudadanos (soberanos) individuales.

Bueno será que haya una importante afluencia ciudadana al análisis de este importante tema para la vida cívica. “Esta iniciativa tendrá que ser enriquecida por el trabajo ciudadano” dice el diputado Miguel Castro.
El foro de consulta organizado por la Comisión de Asuntos Electorales del Congreso de Jalisco, está programado para la tercera semana de junio, o sea a partir del día 17.

Dice el texto constitucional en su artículo 41: “ Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo a los programas, principios e ideas que postulan”.

Es totalmente razonable que, de manera significada para la elección del Poder Ejecutivo Federal, cuyas atribuciones específicas van encaminadas a atender los grandes problemas nacionales, que implican fuertes intereses y poderes reales nacionales y aun internacionales, los ciudadanos reclamen, para emitir su voto soberano, que los candidatos estén respaldados institucionalmente por partidos, que los presentan, “de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan”.

Pero, con seguridad, no es ése el caso de los gobiernos municipales, cuyas atribuciones, de acuerdo con el artículo 115, son eminentemente edilicias; o sea que más que ideología, requieren una buena dosis de honradez, eficacia, sentido común y cercanía con el pueblo gobernado, una actitud casi gerencial con un fuerte sentido de servicio público.

Como dice un conocido político jalisciense “hay que comenzar por no robar el dinero de la gente”, ni servirse de los recursos públicos, si no usarlos prioritariamente para resolver los problemas más urgentes de cada comunidad.
Ya hemos visto en Jalisco y en todo el país cómo sabiamente los ciudadanos echan mano de cualquier escudo partidario, al margen de su ideología, para llevar al poder municipal a los hombres y mujeres en los que confían por su honradez y eficacia.
Ahí es donde entran las candidaturas independientes. En ese orden los partidos sobran.

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