Por Eugenia Barajas
Lo que se esperaba que fuera una marcha silenciosa y por la paz, terminó en un acto político que congregó a miles de participantes que fueron «transportados» de sus municipios de origen a la explanada del Cabañas.
Primero fue una Marcha por la Paz, así la anunció el propio Enrique Alfaro, candidato del Partido Movimiento Ciudadano y los espectaculares así lo ratificaron, pero el día de la marcha, las mantas alusivas y los mensajes en las redes sociales dijeron otra cosa, «Pasos por la esperanza».
¿Porqué cambiaron el sentido horas antes?
El discurso de Alfaro no dejó dudas sobre la paz, esa que se refiere a la inseguridad, tema al que solo le refirió unas líneas:
«La caminata por la paz y la esperanza del día de hoy es producto de la indignación que compartimos miles, millones de jaliscienses por el estado de descomposición social que priva en todos los municipios del estado. La violencia del crimen organizado se ha apoderado de las calles y se ha metido a la intimidad de los hogares, ha deteriorado la vida pública, y corrompido gobiernos de todos colores; ha pasado a ser parte de la vida cotidiana y ha destruido familias enteras. Sabemos que la violencia no se combate con más violencia. La violencia sólo puede enfrentarse con justicia».
Después fue hablar de sus enemigos y lo que ha sido la guerra sucia en su contra.
«El tamaño de GUERRA SUCIA que han emprendido contra este movimiento es del tamaño del miedo que nos tienen. Desde la cobardía del anonimato intentan confundir, sembrar dudas, atemorizar. Todo con el fin de mantener sus privilegios».
«No tenemos miedo a desafiar a los partidos poderosos, no tenemos miedo al dinero en las campañas, no tenemos miedo a las estructuras clientelares ni a las mafias del poder».
«Hemos hecho una campaña desde la austeridad, dialogando con la gente, sin derroche suntuoso de la propaganda. Lo hemos hecho sin guiones, sin estilistas y modistas. Hemos hablado cara a cara con los ciudadanos, ‘a lo pelón'».
«Hay que estar preparados, se avecinan días en los que pondrán a prueba nuestro espíritu de transformación y nuestra voluntad de cambio; los embates contra nuestro Movimiento Ciudadano arreciarán. Por eso debemos mantener la serenidad y despertar el optimismo».
«Ante las ofensas, propuestas. Ante las calumnias, verdades. Ante la intimidación, valentía. Ante la soberbia de los poderosos, la humildad de los luchadores».
«De poco sirve la paz de membrete cuando hay hambre; la paz no prospera en la desigualdad; no hay paz donde reina la simulación, las complicidades y los privilegios. Quiero ser Gobernador para construir una paz que se sustente en la educación, en la cultura, en la equidad, en la honestidad. Una paz que podamos respirar todos los días, que podamos sentirla hondo en el pecho y que podamos defenderla con todas nuestras fuerzas».
Fue el único orador, una sola ocasión mencionó a Andrés Manuel López Obrador, lo interrumpieron en varias ocasiones, los contingentes salieron de dos puntos, desde el PRD lo acompañó Alejandro Encinas y lo rodearon los candidatos a diputados, alcaldes y Senadores.
Pero tampoco se puede dejar de lado los entretelones, eran decenas de camiones en los que transportaron a los asistentes, el pretexto era una marcha por la inseguridad y no se los cumplieron, repartieron lonches, agua y refresco a los marchistas, bloquearon el tráfico, gritaron consignas contra el PRI y al final, regresaron a sus hogares.
El Cardenal, José Francisco Robles advirtió que los movimientos juveniles que aparecieron recientemente en la vida política nacional corren el riesgo de ser aprovechados o manipulados por intereses externos y aclara que son auténticos, porque están desilusionados con la vida y su futuro.
