Los científicos Miguel Alcubierre y Carlos Coello Coello recordaron los contextos que enfrenta el uso de estas tecnologías, en FIL Guadalajara 2023
La Inteligencia Artificial (IA) no debe de ser considerada una tecnología buena, ni mala, sino que se trata de una herramienta con un amplio abanico de posibilidades y depende de los seres humanos cómo administrarla, emplearla y reglamentarla para que su uso no represente un problema para la humanidad.
Este fue el mensaje de los científicos y divulgadores Carlos Coello Coello y Miguel Alcubierre al debatir el crecimiento de la IA en los últimos años en la mesa “¿Debemos temer a la Inteligencia Artificial?”, en el programa FIL Ciencia.
Coello Coello, doctor en Ciencias de la computación y miembro de El Colegio de México, recordó que la IA no es un invento reciente, sino que se trata de un desarrollo que inició en la década de 1960 y que se ha desarrollado de distintas maneras desde entonces.
Enfatizó que aunque la humanidad tiene la percepción de que la IA es un desarrollo que representa una amenaza para el futuro, en realidad es una tecnología emergente que no puede alcanzar su potencial si no es operada por seres humanos.
Actualmente, la IA emplea una cantidad masiva de datos para trabajar; sin embargo, se desconoce exactamente de qué manera funciona, añadió el especialista.
“Sabemos que el Chat GPT no es capaz de crear nada, sino que combina información que ya existe. En realidad, carece de creatividad aunque parezca lo contrario y el humano tiene la capacidad de crear cosas nuevas con muy poca información, y estos algoritmos son al revés”, subrayó.
El científico manifestó que aún sigue el debate acerca de si la IA puede ser considerada una inteligencia superior y las sociedades tienen la responsabilidad de emplearla no como una herramienta que solucione todo, sino como un asistente para facilitar las tareas.
“Es muy importante tener normativas y leyes en el tema. En los próximos años los cambios paradigmáticos en la educación tendrán mucho que ver con la ética y tenemos que reforzar los principios éticos para el uso correcto de estas tecnologías, porque detenerlas sería imposible”, indicó.
Añadió que estas tecnologías emergentes pueden traer consigo riesgos, y en el caso del Chat GPT se puede observar en el uso de información que emplea, lo que puede vulnerar la privacidad de los usuarios.
“Pero soy optimista, creo que estas tecnologías van a traer muchos beneficios; los riesgos siempre han estado ahí y ésta no es la primera tecnología que provoca riesgos en afectar los oficios, cambiar el sistema educativo o afectar nuestra vida diaria”, puntualizó.
El físico Miguel Alcubierre recordó que tecnologías como la IA se han visto a lo largo de la historia. En el cine, la literatura y la televisión se ha visto la influencia de la curiosidad humana por estos desarrollos científicos.
Resaltó que en la ciencia ficción se ha señalado a la IA como el villano en la historia al presentar a esta tecnología como la “especie” dominante en entornos donde la humanidad ha perdido el control.
Sin embargo, consideró que se trata de ciencia ficción y aún no se cuenta con suficiente tecnología para desarrollar dispositivos que empleen la IA y que representen un riesgo para los humanos.