Personajes trans, en una nueva y empática era del séptimo arte

 

Cineastas que presentan filmes en Premio Maguey 2023 realizan el panel “Representación trans en nuestro cine contemporáneo”, durante el FICG38

Alrededor de las identidades trans hay una incansable lucha por acabar con las violencias estructurales hacia ellos, pero también hay momentos de amor y ternura, que muchas veces se invisibilizan.

Ese gran espectro de miradas narrativas con las que se abordan las historias, hoy encuentran un cine que las acoge. Sobre esto se charló en el panel “Representación trans en nuestro cine contemporáneo”, realizado este jueves durante el 38 Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), en la Sala 3 del Conjunto Santander de Artes Escénicas.

Con la participación de la mexicana Gisela Delgadillo, Directora del documental Kenya; la española Estibaliz Urresola Solaguren, de 20 mil especies de abejas y el chileno-serbio Vuk Lungulov Klotz, del filme Mutt.

Además de la participación de la escritora Yolanda Segura como moderadora, quien abundó en la importancia de cambiar el contexto que el cine tradicional ha buscado mostrar, como el hecho de que las personas trans terminan con un final desastroso o en situaciones desesperanzadoras.

 

Gisela Delgadillo dijo que en el caso del documental Kenya, que muestra el transitar de una mujer trans activista, tras el transfeminicidio de su amiga Paola, el proceso fue intuitivo, buscó alejar el contexto del estigma.

 

“Las mujeres trans son una población que está expuesta a muchas violencias desde la infancia. Yo no quería tocar esos momentos de vida de cárcel y consumo que Kenya vivió por once años. Yo quería hablar del presente de la lucha que está viviendo Kenya, en el albergue, no en el trabajo sexual”, indicó.

 

Urresola Solaguren añadió que en 20 mil especies de abejas se basó en los relatos de muchas familias del País Vasco, que integran una asociación con niños y niñas trans de uno y 12 años de edad.

 

“Me parecía necesario mostrar la oportunidad del acompañamiento de la familia para restaurar inercias, y que se viera a la familia de forma nueva y auténtica. El tránsito no era en los niños y las niñas, sino en la mirada hacia ellos, y eso nos apela a quienes estamos alrededor de las personas trans”, externó.

 

“En mi película hay dos protagonistas y una transformación de una madre y su hija, que todos nombraban niño al inicio de la película. Hay una transformación de la colmena familiar”.

 

Vuk Lungulov Klotz mencionó que en Mutt quería mostrar a una persona trans simplemente existiendo, con su familia y amigos, “yo quería mostrar la felicidad trans, a un chico siendo sexy”.

 

Al ser el director un hombre trans, sabe mejor que nadie la necesidad de visibilizar las historias en el cine desde una perspectiva natural, en situaciones que pueden verse enrarecidas.

 

“Cuando salí del closet me enfrente a la familia, pues yo sabía que había una verdad mía. Hay una responsabilidad que se le pone a la persona trans de explicar a los demás qué significa ser trans, cuando ni nosotros lo sabemos, eso es muy difícil”, declaró.

 

“Yo quería mostrar una historia llena de empatía”, y apuntó que aunque muchas veces no hay las palabras correctas para atender una situación que vive alguien trans, “sí hay el corazón correcto”.

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