EFE.- Don Carnal pide paso entre la Navidad y la Semana Santa y, aunque es bien sabido que Doña Cuaresma acabará imponiendo el ayuno y la abstinencia, millones de personas en todo el planeta se olvidan durante los carnavales del recato y la austeridad. Es tiempo de excesos… de todo tipo.
Según la Real Academia Española, la palabra carnaval procede del italiano “carnevale”, y esta a su vez del latín “carnelevare”, formada a partir de “carne” y “levare”, que significa quitar. Así, la palabra Carnaval se refiere a la despedida de la carne, que no se podrá comer durante el tiempo de Cuaresma.
Los términos carnaval
o carnevale derivan de la expresión latina carnem levare, esto es, quitar la carne
, la prohibición de comer carne durante los cuarenta días de la Cuaresma. El martedì grasso, el último día de Carnaval, se celebraba además un banquete en el que no faltaba precisamente la carne, una valiosa oportunidad para hacer acopio de grasa de cara al hambre que llegaría en cuestión de horas.
Si la Cuaresma es momento de ayuno y preparación tanto física como espiritual para la Pascua, el Carnaval se antoja como un tiempo para el exceso, la sensualidad y la diversión.
Una tradición ancestral
Los historiadores relacionan el carnaval con diversas celebraciones sumerias, egipcias y romanas que tenían lugar en el paso del invierno a la primavera, un tiempo por tanto de cambio y florecimiento una vez terminada la siembra de invierno. El ‘equinoccio’ de primavera abría la puerta a un nuevo ciclo de fertilidad.
Durante la Edad Media, la Iglesia católica adapta la festividad a su propio calendario y la convierte en la antesala de la Cuaresma, periodo de penitencia y ayuno de 40 días antes del Domingo de Ramos. Durante unos pocos días antes de tan difícil prueba, se abría un período de permisividad en el que la crítica social a todo lo establecido campaba a sus anchas.
En esos días de paganismo permitido, el pueblo se ocultaba bajo máscaras y disfraces, se celebraban desfiles, bailes y comilonas, ardían las hogueras y se sacrificaban animales para atraer la fortuna.