El 31 de Octubre de 1926, en Detroit, EEUU, moría el mas grande ilusionista de todos los tiempos, ese día fallecía el maestro del escapismo Harry Houdini.
Nacido el 24 de Marzo de 1874 en Budapest, Imperio Austro-Húngaro, con el nombre de Erik Weisz, cuando solo tenía 4 años toda la familia emigró a Wisconsin, EEUU. Fascinado por los magos ambulantes imitaba trucos mientras descubría su flexibilidad corporal .
Siendo aún un niño se unió a una troupe de circo que le permitió ganar sus primeros dineros con los que compró el libro de memorias del mago Jean Eugène Robert-Houdin, de quien tomó su nombre.
Si bien se convirtió en un profesional de todas las ramas de la magia, los trucos de destreza física como el trapecio y el escapismo. Su disciplina física basada en la natación y el atletismo eran el secreto de su versatilidad.
Detestaba a los espiritistas y médiums, en sus presentaciones solía desenmascarar sus trucos y engaños.
Comenzó a conquistar al público con sus habilidades para zafarse de ataduras y esposas. Para mantener el interés en su espectáculo, sus escapes se tornaban cada vez mas complejos y riesgosos.
Fue el primer mago en patentar sus trucos y métodos de escape. Nunca utilizó ayuda externa o de terceros, siempre fue él, con su destreza y trucos que salía airoso de los actos de escapismo. Llevó al límite la exigencia de su cuerpo cuando comenzó a realizar escapes sumergidos.
Su mejor truco «Metamorfosis» consistía en ser metido esposado y embolsado dentro de un baúl encadenado, su esposa se paraba sobre él, levantaba una cortina, 3, 2, 1… ¡woh!, la tela caía y Houdini estaba parado sobre el baúl con su esposa dentro.
Una de sus últimas proezas fue zafarse de una camisa de fuerza colgado boca abajo de una grúa. Hizo una gran fortuna que invirtió en sus otras pasiones, el cine y la aviación.
En Octubre de 1926, estando en Montreal fue desafiado por unos jóvenes a resistir golpes de puño en su abdomen, Houdini aceptó y soportó decenas de golpes. Sin saberlo se sentenció a muerte, su apéndice explotó, provocándole le muerte. Houdini se llevó a la tumba el secreto de todos sus trucos, algunos de ellos aún hoy son un misterio.