El delicado y lento proceso de reconstrucción de Notre Dame

Cathédrale de Notre-Dame en cours de restauration le 12 novembre 2021 à Paris. (Photo by Jon Akira YAMAMOTO/Gamma-Rapho via Getty Images)

Notre Dame de París ardió en 2019. A dos años del accidente, la restauración de la catedral está avanzando. Esto es lo que sabemos.

“Si tú piensas en Notre Dame, lo primero que piensas es en las gárgolas”, dice Fernando Gomez Baptista, ilustrador de infografías para National Geographic. Generalmente, explica el artista, se asocian estas esculturas con el periodo de la arquitectura gótica medieval. Sin embargo, estas piezas “no son originales: se añadieron en el siglo XIX”.

Esta curiosidad le llevó a investigar sobre el trabajo en piedra que la catedral ha sobrellevado a lo largo de los siglos. Después de 800 años de construcción, la fachada, los detalles y el trabajo sobre la piedra han cambiado. Por ello, Baptista se dedicó por meses a investigar el proceso de construcción de Notre Dame de París. La revista quería sacar un reportaje gráfico sobre las adhesiones que se le han hecho a lo largo del tiempo, que modificaron su fachada desde el Medioevo.

Originalmente, la idea era realizar un gráfico “explicando las partes que son medievales de las que no lo son en Notre Dame”, explica Baptista. Luego vino 2019, y un incendio abrasador destruyó la aguja, el techo y gran parte del trabajo en piedra de las bóvedas superiores. En ese momento, hubo un cambio de planes.

El incendio sucedió el lunes 15 de abril. El gobierno francés asume que se ocasionó a raíz de un descuido por parte de alguno de los obreros restauradores quien, fumando sobre las bóvedas, dejó caer un cigarro sin querer. Las llamas no se pudieron contener hasta varias horas más tarde.

Las obras de restauración de Notre Dame comenzaron inmediatamente. Hacia finales del mes, según reportó la BBC, Francia había recolectado cerca de 750 millones de euros, por parte de casas de moda de élite y otras empresas privadas. Lo que es más: un año más tarde, se criticó severamente a las autoridades por talar miles de robles con más de 200 años de edad, para sustituir la madera quemada del techo.

Dos meses antes del accidente, Fernando Gomez Baptista ya estaba buscando la manera de documentar cuáles partes de la catedral sí corresponden a la Edad Media. Tuvieron que pasar 2 años antes de que pudiera visitar París, con Notre Dame cubierta de andamios, telas y refuerzos de madera “[…] se convirtió en el centro de mi vida.

Era casi una obsesión”, escribió el periodista sobre su experiencia con la catedral, para el Newsletter de National Geographic España.

Después del accidente, una nube de plomo se instaló al interior del edificio. La quema de los materiales produjo que este material se encerrara ahí, por lo que que esta prohibido ingresar sin protección a la catedral:

«Te dan tus botas y tu ropa. Tienes que ir a un barrancón y desnudarte entero: Todo lo tienes que dejar en una bolsa, no puedes comer, no puedes beber, no puedes ir al servicio tampoco, mientras estas dentro”.

Siempre acompañado por una persona de seguridad, Fernando subió con un fotógrafo a las torres de la iglesia. Desde ahí, pudo ver como estaba en la actualidad la restauración del techo. Entre plataformas y andamios, los trabajadores buscan recuperar la gloria pasada del edificio. Como los trabajos de restauración requieren de un nivel de especialización elevado, según Baptista, cada material empleado para reconstruir requiere de un equipo de especialistas.

Durante su estancia en París, el infografista supo que algunas de las áreas al interior de Notre Dame ya están restauradas. Dos capillas en donde el trabajo de restauración ya está terminado, como es el caso de Saint-Ferdinand. Estando ahí, se enteró de que “había zonas dañadas por el fuego, por el humo, pero también por el agua de los bomberos”.

De acuerdo con Baptista, la piedra que sostiene las columnas de Notre Dame está sobrellevando un proceso similar al ‘peeling’ dermatológico. Se le aplican unos geles para retirar la suciedad y se inyecta cemento líquido a las piedras dañadas que tienen solución, siempre intentando mantener lo más posible la estructura original de la catedral.

A pesar de que se discutió ampliamente sobre el diseño contemporáneo para reemplazar la aguja, el gobierno francés decidió respetar la gloria pasada de la catedral.

El infografista reconoce que, actualmente, “la luz es muy extraña” en el interior de Notre Dame. Atribuye este fenómeno a que “está todo cubierto por andamios y hay lonas”, que no permite el juego estético entre los rosetones y las diferentes alturas que tiene el edificio.

Estando ahí, en medio de la obra, Baptista se percató de que “la catedral es simétrica, pero asimétrica” a la vez. Si bien se obedece aquel principio gótico de proporciones casi idénticas en la fachada, el interior de la iglesia se aprecian las diferencias.

Se encontró con Philippe Villeneuve, arquitecto a cargo del proyecto de restauración, que contestó sus preguntas y le mostró muchos detalles del proceso de restauración. “Las columnas no son todas iguales; de un lado tienes ventanas circulares y del otro, no”, detalla.

Nada de lo caído en Notre Dame son escombros

Con todo ello, el equipo de especialistas en Francia decidió acatar el mismo principio: todo tiene que volver a como era antes. Durante estos dos años, en lo que se reforzaba la estructura de la catedral, un laboratorio a las afueras de París investigó cuáles eran los materiales más propicios para respetar esta premisa. Finalmente, nada de lo caído son escombros:

Una vez que se termine de remover, restaurar y reconstruir la catedral, el infografista quiere regresar a París para ver cómo terminó todo. “Cuando vuelva, esto va a ser increíble: volver a verla como fue”.

Con información de National Geografic

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