De prioridad baja

CAMBIO Y ACCIÓN

Claudia Murguía

 

A partir de esta semana, en la que quizá se empieza a ver cómo vamos dejando atrás la cuarta ola de contagios por COVID-19, seguramente todos tuvimos personas con las que convivimos las cuales, padecieron la enfermedad por primera vez y otros más por segunda ocasión.

Es en esta cuarta ola, donde la vida social y económica se ha ido retomando poco a poco y en donde se ha dado el regreso presencial y necesario de nuestros hijos a la escuela. Aún así, las estadísticas nos arrojan que las catástrofes fueron menores a las anteriores; lo cierto es que no podemos perder de vista que la pandemia sigue cobrando demasiadas vidas, ya que su manejo de parte del gobierno federal ha sido desastroso.

Es completamente demostrable que la disminuida agresividad de esta cuarta ola se debió entre otros factores, al avance de la vacunación que días pasados cumplió un año en Jalisco. Sin embargo, a dos años de esta terrible pandemia, ya es el momento de que todos los mexicanos accedan, a la vacuna; y me refiero de manera especial a nuestras niñas y niños, a nuestros hijos.

Todos los días, madres y padres enviamos a nuestros hijos a la escuela con una preocupación: «que no regresen contagiados a casa». Consciente o inconscientemente sabemos que, a diferencia de nosotros, ellos no están protegidos ya que no han generado los anticuerpos necesarios para enfrentar el COVID, mismos que se generan con la vacuna.

Según palabras de quien ha encarnado el criminal manejo de la pandemia -me refiero al Doctor Hugo López-Gatell- las niñas y los niños son “prioridad baja” en el Plan Nacional de Vacunación, lo cierto es que ellos también portan, transmiten, llevan a casa, se enferman, tienen secuelas y pueden, incluso, ser hospitalizados y hasta morir, porque si de algo estamos seguros en esta pandemia es que el virus no respeta edad y ha mostrado diversas mutaciones.

El argumento del gobierno federal para no vacunar a las niñas y niños, es igual de descarado a cuando nos decían que el COVID se ahuyentaba con estampitas “detente”.

El no vacunar a los menores de edad ya no se trata de una recomendación científica, ni siquiera de un tema de recursos económicos o acceso a las vacunas por parte del gobierno federal; se trata de un derecho humano, de garantizar el acceso a la salud, sin distingos de ningún tipo y en este caso, sin distingos de edad.

La fórmula es simple, el gobierno mexicano debe garantizar a todos los mexicanos el acceso universal a la vacuna contra el COVID para ello, debe dejar de escatimar recursos y esfuerzos, y más, tratándose de nuestras niñas y niños, quienes con esta y otras decisiones en materia de salud, parecen ser los más alejados de una prometida transformación cada vez más destinada al fracaso, para la mal lograda 4T las niñas y niños son de “prioridad baja” como desafortunadamente lo dice el Zar de la pandemia en México Hugo López-Gatell y con ello, los excluyen del derecho a que su salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales.

Coordinadora GPPAN en el Congreso de Jalisco

@ClaudiaMurgia_

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