Por Eugenia Barajas
El gobernador electo, Aristóteles Sandoval Díaz busca transformar la mala imagen del Poder Legislativo y acabar con la complicidad y el chantaje que lo ha caracterizado, además de los escándalos.
Presente en la inauguración de un curso con los diputados locales electos de su partido el PRI, fue tajante y duro con el actuar de la actual y pasadas legislaturas del Congreso Estatal, de las que por cierto formó parte.
«Se trata de convertir la complicidad y la simulación, en republicanismo. De dejar atrás la política del chantaje para restaurar la política del debate», sostuvo ante los presentes para que no repitan los mismos errores .
«Dejar atrás los protagonismos. El congreso no debe ser un foro de autopromoción sino un espacio de intercambio, de diálogo y contraste de ideas», agregó.
Aseguró que lo que más conviene a Jalisco es un Congreso fuerte y austero, visiblemente autónomo y altamente eficiente,»no está en mi interés subyugar al Congreso bajo la premisa de reformarlo; sino todo lo contrario: fortalecerlo», les aclaró por el respeto a otro de los poderes del estado.
A los nuevos ediles les recordó que su nueva responsabilidad es la de trabajar tres años de tiempo completo y desistir en pensar en un posible cargo futuro.
«Pronto recibirán un Congreso caro, amorfo e improductivo, sumido en la inercia de años de autocomplacencia. Un Congreso devenido en oficina de colocación, sin más lógica laboral que la política de grupos que mucho engrosa la nómina, pero que muy poco aporta para enaltecer la labor del poder legislativo», les pintó el panorama futuro.
Dijo Sandoval Díaz que lo que más destaca del Congreso es el gasto que le genera al erario y no el calado de sus iniciativas.
«No podemos seguir administrando el desprestigio de una institución que los últimos años ha entregado a los ciudadanos más pena que resultados; más escándalos que leyes; más banalidad que digna representación», subrayó.
Puntualizó que la división de poderes no será efectiva mientras el Congreso del Estado no recupere la credibilidad de los jaliscienses y espera una oposición digna, que señale, que critique, pero que construya en el ánimo de un nuevo Jalisco.
«Mi ofrecimiento es estar atento a la dinámica del congreso, acatar sus designios en el marco de la legalidad y, desde luego, buscar por todos los medios una relación fluida con todos los grupos parlamentarios con representación en nuestro estado».
