Niños han sido utilizados en combates en al menos 18 países desde el año 2016, según una base de datos presentada hoy por la ONG Child Soldiers International, que alertó del aumento del uso de menores como «bombas humanas».
Esa práctica, que afecta sobre todo a niñas, es una «alarmante nueva tendencia», según indicó la organización en un comunicado.